Este cerdo está muy vivo

El aviso hacía presagiar lo peor. La experiencia empujaba a ello. Una llamada de un ciudadano que comentaba que hace días que no sabe nada de su vecina y un olor putrefacto que proviene de la vivienda .  Los agentes de la Policía Local de Marbella se dirigieron hasta el edificio con la sensación de que se iban a encontrar un cadáver en avanzado estado de descomposición, pero nada más lejos de la realidad. Cuando consiguen abrir la puerta de la casa, se toparon con algo que jamás hubiesen imaginado: un cerdo de grandes dimensiones que estaba destrozado la casa . Un hallazgo al que han seguido una serie de incógnitas que siguen sin respuesta : ¿Dónde está la inquilina del inmueble? ¿Cómo llegó el animal allí?

La intervención se produjo en la urbanización Los Ángeles, cuando efectivos del Grupo IV de Seguridad Ciudadana del citado cuerpo fueron comisionados por la sala del 092 después de que una vecina de uno de los bloques advirtiese un fuerte olor que provenía de la casa de unja vecina a la que hacía tiempo que no veían.

Al llegar al lugar, les esperaba la propietaria del inmueble, quien les explicó que había sido arrendado a una joven de origen cubano . La mujer explicó a los agentes que llevaba varios días sin ver a la chica y que se asustó al comprobar el olor putrefacto que se percibía desde la puerta de entrada, extremo que fue verificado por los policías.

Ante la posibilidad de que a la inquilina le hubiese podido ocurrir algo de gravedad, los agentes no quisieron esperar más y pidieron a la dueña que abriera la puerta. La sorpresa de ambos fue mayúscula cuando se toparon con un cerdo de pelo blanco y negro que deambulaba por la casa , en la que había dejado numerosos excrementos y orina.

El animal, según explicaron fuentes del mencionado cuerpo,  había causado daños de consideración en el sofá y en distintos muebles de madera que había mordido.

Los policías contactaron con el departamento de Sanidad Veterinaria del Consistorio marbellí, cuyos responsables trasladaron al animal a las instalaciones de la asociación Triple A .

El misterio que rodea a este caso no sólo es qué hacía el cerdo en la vivienda, sino dónde se encuentra la inquilina , ya que en el ligar se observaron varios enseres personales como un ordenador portátil, una televisión y ropa encima de la cama. Además, la joven estaba al corriente del pago de las cuotas de alquiler y tiene contrato hasta el próximo mes de febrero.