ABUSOS SEXUALES
El entrenador de Málaga reconoce que abusó de 30 menores y es condenado a 77 años y tres meses de cárcel
La Fiscalía de Málaga ofreció un acuerdo para no tener que hacer declarar a todas las víctimas otra vez ante la Audiencia Provincial
El juicio finalmente no se produjo. El prolijo caso del entrenador que abusó de 30 menores en Málaga se resolvió rápido. Este lunes, el procesado se sentó en el banquillo de los acusados para responder ante la Justicia. En ese momento, la Fiscalía le ofreció un acuerdo si reconocía los hechos. Ahí reconoció los abusos y haber cometido una treintena de delitos contra menores durante años . Esa misma mañana había sentencia en la Sección Novena de la Audiencia Provincial de Málaga: condenado a 77 años y tres meses de prisión.
Los magistrados impusieron esa condena por dos agresiones sexuales con acceso carnal y otras doce agresiones sexuales más sin este agravante, todo con menores de 16 años. Al mismo tiempo, el acusado reconoce ser responsable de tres delitos de exhibicionismo y trece más de acoso, que se han convertido en trece delitos de producción de pornografía infantil , la cual le fue incautada.
Aun así, al aceptar el acuerdo para ahorrar a la víctimas tener que pasar por el proceso de recordar el infierno al que fueron sometidas por este entrenador, la Fiscalía ha rebajado la pena de 180 años de prisión, que fue su petición inicial, a los 77 y tres meses que le han sido impuestos y que el propio acusado ha aceptado. Sólo serán efectivos 18 años , el triple de años de la pena de seis por el delito más grave cometido.
El procesado era u n hombre reconocido dentro del fútbol base de Málaga , que aprovechó esa circunstancia para hallar víctimas y saciar su instintos más oscuros. Con su buen currículum futbolístico por delante, la Fiscalía aseveró en su escrito de acusación que seleccionaba a menores que conocía del fútbol y los buscaba posteriormente en las redes sociales.
Ahí, con un perfil falso de una chica, contactaba con ellos, les mandaba fotos de la joven desnuda y luego, cuando ellos les remitían otras, les amenazaba con publicarlas si no les mandaban más material con sexo explícito, vídeos desnudos o hacían directos sexuales .
Tenía un trastorno
Llegó a conseguir la contraseña del perfil de un menor para convencer a otros y hasta lo usaba como una señal de la veracidad de sus amenazas. La acusación explicó en su momento que llegó a remitir fotos íntimas de algunas de sus víctimas a otros chicos, jugadores de fútbol y compañeros , por no haber cumplido lo que le ordenaba.
Así cosechó un volumen de 30 víctimas . Uno de ellos vivió este infierno desde los diez a los catorce años. Es el caso más extremo. El fiscal expone que el procesado ejerció un control sobre el menor casi total . Le indicaba cómo que se tenía que acercar a él, quién debía ser su amigo y hasta vigilaba si estaba en línea en WhatsApp o las horas que pasaba sin conectarse.
A este chico le prohibía que mantuviese una relación con cualquier niña y se mostraba celoso. Le provocó durante esos cuatro años una situación de ansiedad, estrés y temor, hasta el punto de que el adolescente llegó a manifestar su intención de suicidarse .
Ante hechos como este, el acusado se reconoció culpable y dijo que l o hacía por un trastorno . El entrenador aseguró ante el tribunal que estaba arrepentido y que lo había hecho por un trastorno ocasionado por traumas que tenía desde pequeño. Así, a severó ante los magistrados que fue víctima de abusos cuando era pequeño y que ello le dejó un secuela que le llevó hacer los que hizo a aquellos adolescentes. Pagará un indemnización de 3.000 euros a cada víctima.
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