BRUTAL PALIZA
Se entrega el último sospechoso de matar a un joven de una paliza en Málaga
La Policía Nacional detuvo en la tarde del lunes a otra persona por presunto homicidio y dos hombres más por encubrimiento
En la mañana de este martes se ha entregado el último sospechoso del homicidio de Pablo P. en el centro de Málaga la pasada madrugada del viernes. El presunto agresor que restaba por detener en relación al homicidio por una brutal paliza se ha entregado esta mañana en la Comisaría Provincial de la Policía Nacional. El grupo de Homicidios se ha hecho cargo, le tomará declaración y, tras instruir diligencias –como señaló el subdelegado del Gobierno en la mañana del lunes– el caso pasará a la instrucción judicial.
La entrega completaría la terna de agresores identificados por la Policía, gracias a las imágenes aportadas a la investigación. La Policía Nacional detuvo en la tarde de lunes al primero de los dos presuntos agresores del joven. Los agentes arrestaron a tres personas durante ese operativo. El primero fue a un hombre de 25 años y nacionalidad española, como presunto responsable de un delito de homicidio. Durante el trascurso de la investigación también fueron detenidas dos personas por un supuesto delito de encubrimiento . Se trata de dos varones, de 31 y 21 años, que fueron puestos en libertad con cargos tras tomarles declaración.
El grupo de Homicidios de la Policía Nacional dirigió entonces sus pesquisas para la localización y detención del segundo agresor, que ahora se habría entregado. En la mañana del lunes la Subdelegación del Gobierno informaba de la intención de los supuestos agresores de entregarse a las autoridades. «Los presuntos autores han manifestado, a través de su entorno familiar, la intención de entregarse a la Policía Nacional», explicó Miguel Briones, subdelegado del Gobierno en Málaga. Al primero no le dio tiempo. El segundo cumplió su palabra, tras saber que estaba identificado y que la Policía no tardaría en encontrarle cuatro días después de la agresión.
Según fuentes de la investigación, Pablo intentó mediar en una pelea y los dos agresores se abalanzaron sobre él . El joven recibió un golpe en la nuca y cayó al suelo, donde los dos agresores siguieron dándole patadas. La Policía lo encontró inconsciente sobre las 4.30 horas de aquella trágica noche. Se temía por su vida y se le trasladó al Hospital Clínico de Málaga al recuperar el pulso. Ingresó en la Unidad de Cuidados Intensivos en estado crítico.
El sábado se certificó su muerte cerebral tras sufrir dos paradas respiratorias . Fue enterrado en el cementerio de San Gabriel, sin que nada se supiera por aquel entonces de sus homicidas. La familia no ha querido que Pablo se vaya sin más. Vivirá a través de otras personas, ya que por deseo de sus familiares los órganos de este joven de 22 años han sido donados para salvar otras vidas.
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