Desescalada en Andalucía
Málaga arranca a medio gas la fase 1 de la desescalada
Sólo el 20% de los establecimientos de hostelería ha levantado la persiana este lunes; el 90% en el caso del pequeño comercio del centro
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La fase 1 ha llegado a Málaga y Granada con una semana de retraso con respecto al resto de provincias andaluzas. La capital de la Costa del Sol ha arrancado esta nueva etapa de la desescalada a medio gas y sólo unos pocos negocios de hostelería del centro se han decidido a subir la persiana para recibir a los clientes a la hora del desayuno.
Los que han dado el primer paso para alcanzar esa «nueva normalidad» se han afanado en tenerlo todo listo cuanto antes. Desde bien temprano, los primeros camareros ya montaban las terrazas, colocaban las sillas y desplegaban los toldos . Porque eso sí, Málaga ha recibido este histórico lunes de mayo con un sol espléndido.
En torno a las 9 de la mañana ya podía verse a los más madrugadores pidiendo, entre otras cosas, ese menú de «mitad y un pitufo mixto» que tanto ansiaban escuchar los hosteleros malagueños tras más de dos meses con los locales cerrados. No todos se han beneficiado durante el estado de alarma de las bondades del reparto a domicilio , y los que lo han hecho sólo les ha servido para salir de este trance con el vaso medio lleno.
«Hemos hecho reparto durante estos días, pero no es lo mismo», explica a ABC Eva Gálvez , una de las trabajadoras de Avo, en la calle Granada. El negocio se puso en marcha sólo unos días antes de la declaración del estado de alarma, por lo que la llegada de la fase 1 es casi como volver a empezar.
El bar está ubicado en una de las arterias de la judería malagueña, así que el espacio es limitado. La tienda de enfrente ha decido no abrir por el momento y les han cedido el espacio para colocar algunas mesas. «Han sido muy generosos, pero el problema vendrá cuando vuelvan a abrir. Respetando la distancia de seguridad sólo podemos contar con tres mesas» , lamenta Gálvez.
A pocos metros, Carlos Torres dirigía al equipo de Casa Lola para ponerlo todo a punto. La medida de dos metros entre mesas se ha cumplido a rajatabla en la plaza Uncibay, donde se ubica uno de los tres negocios con los que cuentan en el centro. «Llevamos trabajando en los preparativos desde ayer. Ahora estamos montando la terraza para poder abrir a mediodía», señala.
Son varios los casos de negocios que cuentan con más de un local, y han jugado esa baza para tantear el terreno . «De momento vamos a ir poco a poco. Hemos abierto aquí para ver cómo va la semana. Dependiendo de cómo se comporte la clientela nos plantearemos abrir el otro restaurante», comenta Darnelis Vargas, encargada de los restaurantes La Plaza con dos locales en calle Alcazabilla y en la Plaza de la Merced.
«Calculamos que en esta primera fase va abrir alrededor de un 20 por ciento de los establecimientos de hostelería», apunta a este periódico el presidente de la Asociación de Hosteleros de Málaga (Mahos), Javier Frutos. Desde el sector están contentos por haber avanzado de fase y no quedarse descolgados de nuevo en la desescalada.
Según Frutos, estas semanas serán difíciles por la limitación de aforo al 50 por ciento, aunque ha agradecido al Ayuntamiento la medida de ampliar el espacio de ocupación de mesas y sillas en la vía pública, que permitirá a algunos negocios mantener el número de mesas respetando la distancia de seguridad.
El pequeño comercio también esperaba como agua de mayo esta fecha, que se ha hecho esperar más de lo deseado después de que el Gobierno dejará a Málaga y Granada estancadas una semana más. La limpieza de escaparates ha sido una escena común en cada calle, como paso previo a subir la persiana.
La presidenta de la Asociación de Comerciantes Centro Histórico de Málaga, Juanibel Vera , estima que en torno al 90 por ciento de los asociados se ha animado a trabajar este lunes. «No han abierto algún que otro restaurante, tiendas de ropa de fiesta, de bisutería o academias de flamenco o inglés, pero sí la mayoría», explica.
En ciertos casos han decidido modificar los horarios para abrir durante la mañana y hasta las 4 o 5 de la tarde, mientras que otros mantendrán el horario habitual antes de la pandemia. Los dos meses de cuarentena han hecho mella en los comercios, que han perdido las colecciones de primavera con la cancelación de bodas o comuniones y ahora deben ceder el paso a la ropa de verano. «Esperamos poder contar con ayudas para incentivar la compra en el pequeño comercio y salir del paso cuanto antes», subraya Vera.
Las calles también han vuelto a la vida en este arranque de fase. Los que hasta ahora sólo podían salir a pasear o a hacer deporte en las franjas horarias también han podido disfrutar de las terrazas y de las compras. Sin llegar al tránsito habitual del centro de la capital, los malagueños se han ido animando conforme avanzaba la mañana y han sido escrupulosos con las medidas de higiene . La inmensa mayoría de quienes han salido a la calle llevaba mascarilla o guantes, y en la medida de lo posible ha intentado guardar las distancias con el resto de transeúntes.
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