Caso Julen
Deniegan el careo entre el padre de Julen y el dueño de la finca
La juez que instruye el caso cree que «no es necesario» que ambos se encuentren y tumba una nueva línea de defensa de David Serrano
El Juzgado de Instrucción 9 de Málaga ha denegado el careo entre el padre de Julen y el dueño de la finca donde murió el pequeño. La defensa del propietario del terreno, David Serrano, el único investigado por homicidio imprudente en la muerte del niño de dos años, lo solicitó el pasado abril para determinar si José Roselló, progenitor del niño malogrado, fue avisado de la existencia de las prospecciones que había en el lugar, como mantuvo el dueño de la parcela en su declaración ante la magistrada.
Sin embargo, en un nuevo auto, la encargada de la instrucción, considera que no procede la práctica de las diligencias de investigación que ha pedido el propietario de la finca diciendo que son «innecesarias» y que «no es pertinente» . La juez añade que el hecho que haya diferentes versiones «no supone que se deba practicar un careo».
En su declaración ante la juez, José dijo que había sido avisado de que había varias prospecciones, pero que la que vio estaba tapada y que nunca supo del pozo donde cayó su hijo , ni sabía las condiciones en las que estaba, hasta que el niño no se precipitó por aquel agujero de 24 centímetros de ancho por más 70 metros de profundidad. La madre de Julen, Victoria García, tampoco reconoció que tampoco había sido avisada de las prospecciones y que, por tanto, desconocían el peligro . Al igual que Adriana Jiménez, pareja de Serrano.
En aquella comparecencia el padre de Julen pidió que se siguiera adelante con la investigación para poder esclarecer todas las responsabilidades sobre la muerte del niño el pasado 13 de enero. Algo que también hizo su abogada a requerimiento de la juez y que ha hecho que prosiga la investigación por homicidio imprudente contra David Serrano.
Tercera línea de defensa
Por su parte, Serrano argumentó que el propio padre de Julen admitió ante la juez que, cuando ya estaban en la finca cogiendo leña para el fuego con el que iban a cocinar el arroz, le advirtió de que existían varios pozos. Aunque José dijo días después a la magistrada que pensó que los tres pozos estaban «bien tapados» , como el que había visto en ese momento.
Esta era una nueva línea de defensa del dueño de la finca, que llegó después de que la autopsia definitiva del menor tumbara por completo la teoría de que fue la piqueta de los bomberos la que mató al niño. La defensa de Serrano había hecho un informe pericial, por medio de un arquitecto, en el que decía que la piqueta que usaron los rescatistas en las primeras horas de rescate podría ser la causante del fallecimiento. Eso quedó rechazado, como también la acusación de que el culpable era el pocero.
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