Sucesos
Cuidadora de un niño secuestrada en Torremolinos a Emergencias: «Estoy encerrada en el cuarto de baño»
La joven uruguaya estaba ilegalmente en el país y no era la primera vez que tenía problemas con la madre del menor
La llamada entró en la sala de Emergencias 112 sobre las 12.50 horas del lunes. «Estoy encerrada en el cuarto de baño» , dijo aquella mujer desesperada a otro lado de la línea teléfonica. Pedía ayuda para poder salir, ya que la propietaria de la casa en la calle de la Cornisa de la urbanización Bella Vista de Torremolinos no la dejaba abandonar el hogar. Aseguró a través de la línea telefónica que estaba «secuestrada» y suplicó auxilio a Emergencias para poder salir de aquel cuarto de baño.
Rápidemente, Emergencias 112 dio aviso a la Policía Nacional para que se hicera cargo de la situación. Una vez en el lugar de los hechos, los agentes rodearon la casa. Primero percibieron la música elevada que salía de la misma, pero luego se dieron cuenta que enmascaraba los gritos de la supuesta víctima , atrapada por su captora en aquel aseo y en estado de pánico.
Así, la Policía accedió a la casa y localizó en su interior a la persona privada de libertad, quien, según las pesquisas, había estado encerrada aproximadamente hora y media en el baño . Por su parte, la supuesta responsable del cautiverio, uruguaya de 24 años, fue arrestada cuando trataba de huir por la parte trasera del inmueble.
La chica liberada explicó a los agentes que no era la primera vez que tenían conflictos. Y que, en esta ocasión, unas desavenencias entre la empleadora y la cuidadora del niño habrían motivado la detención ilegal de esta última en la vivienda.
La joven narró que estaba de forma ilegal en el país , sin papeles y trabajando para la joven que la tenía encerrada. La víctima señaló que ambas se conocieron en Uruguay, país del que son originarias, y que una de ellas, una vez en España, contactó con la otra y la convenció para venir a Málaga. Le ofreció trabajo para cuidar a su hijo como empleada doméstica a jornada partida.
Sin embargo, aquella amistad se volvió un infierno. Cuando la «canguro» comenzó a trabajar para su conocida ésta empezó a tener conductas nada apropiadas. La chica le explicó a la Policía Nacional que primero la sometía a largas jornadas de trabajo . Estas estaban fuera de lo pactado, bajo presiones y amenazas. Luego pasó a privarla de libertad, además de retirarle su documentación y pertenencias para que no pudiera huir.
