TRIBUNALES
Cuatro años y dos juicios para hacer justicia a Pablo Podadera en Málaga
El joven murió al mediar en una pelea el día de su 22 cumpleaños a la salida de un bar de copas de la capital
![Imagen de Pablo Podadera cedida por la familia](https://s2.abcstatics.com/media/andalucia/2021/04/24/s/pablo-podadera-malaga-krEG--1248x698@abc.jpg)
A Pablo Podadera lo mataron el 20 de abril de 2017 de una brutal paliza al mediar en una gresca. Era el día que celebraba en el centro de Málaga con sus amigos el 22 cumpleaños . Han hecho falta cuatro años y dos juicios para que se le haga justicia por aquel asesinato. Un jurado popular de la Audiencia Provincial leyó el veredicto este viernes. Declaró a dos de los procesado culpables de asesinato . A otros dos de encubrimiento. La magistrada-presidenta del Tribunal del Jurado dictará la sentencia en los próximos días.
Es la segunda vez que se celebra este juicio, después que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ordenara repetir el proceso, tras un recurso de la familia a la primera sentencia . En un primero momento se condenó a dos agresores por un delito de lesiones en concurso con otro de homicidio imprudente. La familia recurrió al creer que la condena debía ser por asesinato.
A los dos principales encausados se les condenó a tres años de cárcel por la muerte de Pablo Podadera. Sin embargo, los dos homicidas no fueron a prisión, donde sí estaban a la espera de juicio. En la sentencia se acordó la puesta en libertad de ambos acusados , al argumentarse que estaban a punto de cumplirse los dos años de prisión provisional que marca la ley. No cabía legalmente una prórroga para mantenerlos entre rejas . Así, la familia buscó justicia otra vez y la han conseguido.
Los ahora condendos por el asesinato de Pablo Podadera declararon ante el jurado popular que nunca pensaron lo que pasó, ni fueron conscientes de la gravedad de lo ocurrido. Pidieron perdón a la familia del fallecido y hasta les dieron el pésame . Remarcaron en todo momento que le dieron unos golpes al joven, pero que no tuvieron intención de acabar con su vida.
La familia ahora podrá guardar el luto en paz, después de cuatro años luchando por conseguir justicia. La noche del 20 abril de 2017, Pablo Podadera salió en compañía de unos amigos para celebrar sus 22 cumpleaños. Fueron al centro de Málaga y estuvieron en varios locales de fiesta, como Matacopas y Sala Gold, hasta llegar a la Sala Theatro en calle Lazcano, en cuyos aledaños recibió una paliza de muerte .
Paliza mortal
Sobre las 4.35 horas, Pablo salió de la discoteca con un amigo y se dirigieron a un callejón. Allí estaban los dos agresores y un portero del local. Según el relato de la primera sentencia, intentaban que una tercera persona abandonara el lugar sin que hubiera pelea . El finado y su amigo fueron hacia las personas del callejón para mediar.
Es cuando uno de los acusados le dice a Pablo que se fuera de allí, lo coge de los brazos, pero el fallecido se libera y marcha hacia su amigo , que había comenzado un forcejeo con el otro acusado. El portero se lleva al amigo para evitar que la historia vaya a mayores y el fallecido «pone su brazo derecho en el hombro izquierdo de uno de sus agresores, empujándolo hacia el callejón».
Es cuando regresa el otro agresor y comienza la paliza mortal. Primero le lanza dos puñetazos que le impactan en la cara . Pablo también recibe un manotazo del hombre al que había empujado. Eso le hace caer al suelo de rodillas aturdido. En esa posición, recibe una patada en la zona baja de la espalda y le lanzan una segunda, que le golpea levemente o, incluso, no le da, mientras trata de cogerle la pierna a uno de los agresores.
Tras la escaramuza, al lugar llega la Policía Local y la ambulancia, que halla a Pablo tendido en el suelo. Evacuan al herido y tras varios intentos vanos de reanimación, se certifica su falleciendo a las 13.00 horas del día 21 de abril de 2017 en el Hospital Clínico Universitario de Málaga . Según la autopsia presentaba una serie de lesiones a nivel de las cubiertas craneales compatibles con focos contusivos y, como consecuencia de la intensidad de los mismos, se ven reflejados en una hemorragia cerebral masiva que conduce a la muerte encefálica.
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