EDUCACIÓN

Un colegio de Málaga tiende la alfombra roja de los Goya a sus alumnos

Un profesor recogió de los contenedores del Palacio de los Deportes Martín Carpena metros de alfombra y photocall para sus estudiantes

El material cargado en el maletero del coche del maestro el domingo José Miguel Santos

J.J. Madueño

Pasó con el coche por los aledaños del Palacio de los Deportes José María Martín Carpena de Málaga, donde los operarios estaban desmontando la reconversión en teatro del espacio para acoger la gala de los Premios Goya. En los contenedores había un gran volumen de deshechos, como estructuras de madera, metálicas, alfombra o cartones anunciadores de marcas. Miró, buscó y se hizo con varios metros de alfombra roja y parte del «photocall», que se llevó a su colegio para hacer felices a sus alumnos.

José Miguel Santos es director y profesor en el colegio de las Misioneras Cruzadas en la deprimida barriada de Palma-Palmilla. Allí este lunes se ha recibido a los alumnos con la alfombra roja, que usaron las estrellas del cine español, tendida para que pasaran a sus clases. Como si fuesen Antonio Banderas o Penélope Cruz los estudiantes han caminado por la codiciada moqueta, que será reutilizada en distintas celebraciones. Se le dará una nueva vida a la basura de la fiesta con un interés social y sostenible.

La acción la ha dado a conocer en su perfil Facebook, donde ha hecho una crítica a que la Academia del Cine anunciara que iba a ser una gala contra el cambio climático. En la propia gala se ahondó en esta idea cuando irrumpió la malagueña Paula Meliveo caracterizada de activista ecológica con un cartel en el que se podía leer «Salvemos el planeta» .

Santos agradece, tras estar «en los contenedores» de los Goya, «el mensaje coherente» y pide que «en lugar de sermones, que ya no solo los da la Iglesia Católica», apliquen «más coherencia entre lo que se proclama y se hace» . Lo hace mientras muestra imágenes de cómo carga en el coche parte de la alfombra y de los cartelones de los patrocinadores. Así solicita que le expliquen a un colegio humilde como el suyo «cómo consiguen tantos recursos, cuál es el camino para que no te denieguen recursos básicos o te cierren puertas». 

Ante esto, explica los problemas que un centro educativo como el suyo tiene a diario para obtener material con el que educar a los niños que acuden a sus aulas. «A una pequeña escuela de barrio siempre se nos dice que no hay recursos para las necesidades más básicas , que durarían mucho más que una noche», lamenta este profesor, quien da las gracias a la Academia. «Con todo lo que habéis tirado, algunos reutilizaremos los desechos para que los niños de un barrio olvidado se sientan los verdaderos actores de vidas reales», culmina este imaginativo maestro, que hecho al colegio empezar la semana con una sonrisa gracias a su ingenio.

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