SUCESOS
Un ciberacosador anda suelto
Detenido cinco veces por acosar a menores en internet para obtener fotos de ellas desnudas, ahora está libre a la espera de juicio

Cuando los agentes entraron en la casa en la que el sospechoso comparte con su madre en Estepona, lo encontraron durmiendo con su pareja, una joven que permanecía ajena a la doble vida que F.J.G.M. arrastraba dese hacía tiempo. El individuo, que ahora tiene 29 años, se mostró chulesco, desafiante, confiado de que saldría de dependencias policiales con la misma rapidez que en las cuatro veces anteriores. Nada más lejos de la realidad. Los agentes del Equipo Mujer Menor (Emume) de la Guardia Civil habían logrado convencer a los órganos de justicia del potencial riesgo de este «cyberacosador» que había acosado a 500 menores y decidieron decretar su ingreso en prisión de forma provisional. Ahora, casi dos años después, recupera la libertad a la espera de juicio. Las fuerzas de seguridad, que lo consideran peligroso, se muestran vigilantes y realizan apuestas sobre cuándo volverá a delinquir.
«Cuando iba camino de la cárcel se le caían las lágrimas como puños», recuerda uno de los investigadores, que asegura que una de las cosas que más dolió al detenido «fue que le incautáramos la PlayStation».
«A pesar de que repetía una y otra vez «¡Yo no he hecho nada!», sabía perfectamente por qué era detenido de nuevo», afirma la citada fuente, que recuerda cómo la madre les había confesado que «había prohibido a su hijo que se conectase a internet». «No está bien», dijo a los investigadores para descargarle de culpa.
La investigación de la «operación Markira» arrancó con una denuncia de la red Tuenti, que advertía de un posible caso de acoso a una de sus usuarias menor de edad. El individuo decía llamarse Marcos González González y los responsables de las pesquisas se percataron rápidamente de esta persona tenía un «modus operandi» muy marcado: «Averiguaba de dónde era la víctima potencial, qué le gustaba o si practicaba algún deporte para ganarse la confianza, Incluso decía que era jugador de fútbol y que lo había fichado el Real Madrid».
Una vez lograba establecer una conexión con la menor, «atacaba burdamente»: «Tienes un minuto para mandarme una foto desnuda; si no lo haces, cogeré la de tu perfil, la trucaré y se la enviaré a todos tus contactos», les espetaba.
«Cuando mandaba la primera, la chica estaba perdida», destaca uno de los agentes, que precisa que las imágenes obtenidas por F.J.G.M. eran para su «consumo interno». Este «cyberacosador» realizaba un «bombardeo» masivo sobre posibles víctimas con la certeza de que alguna de ellas «picaría». Los agentes constataron que acosó a 500 en poco tiempo, de las que 18 se convirtieron en víctima. Una de ellas, de tan solo 11 años de edad.
La primera detención de este joven se produjo en enero de 2009 por parte de la Policía Nacional. Tres meses después, era arrestado por la Guardia Civil de Jaén. En enero de 2011 fue atrapado por investigadores de Jaén de este mismo cuerpo. En enero de 2011 fue capturado por el Instituto Armado de Granada. Desde entonces, pareció difuminarse de la Red hasta que fue detenido en agosto de 2013 por los agentes del Emume de Málaga. Situación que se repitió cuatro meses después y que acabó con su encarcelamiento.
Se contó con la complicidad del fiscal de Delitos Tecnológicos de Málaga quien decidió solicitar la prisión preventiva por dos cuestiones: porque siete minutos después de ser puesto en libertad tras la detención de agosto de 2013 —«prácticamente cuando acababa de salir del cuartel»— comenzó a acosar a una chica; la otra, y más importante, una de las víctimas vivía en su mismo bloque y podía intentar ir más allá. Ahora, vuelve a recuperar la libertad. ¿Volverá a las andadas?