Sucesos

El capo de los –al menos– 33 asesinatos, detenido en Málaga

Capturan a Bandziorek «el bandido», un peligroso mafioso polaco que acumula un violento historial delictivo desde los 90

Momento de la detención del capo ABC

Pablo D. Almoguera

Bandziorek, conocido como «el bandido», se encontraba en su villa de lujo de Marbellla cuando los agentes del Grupo de Operaciones Especiales (GOES) irrumpían por sorpresa y ponían fin a su «retiro» dorado en la Costa del Sol. Ni las medidas de seguridad que adoptaba, que reyaban lo paranoico, ni los tres «gorilas» que sólo se despegaban de su lado cuando iba a intimar con su chica, fueron capaces detectar que era el epicentro de una importante investigación policial. Un caso que arrancó en septiembre del año pasado gracias a la información desprendida de otras pesquisas y que reveló a los agentes de la Udyco Costa del Sol la figura de un peligroso capo mafioso, con un historial de sangre que, según las fuentes consultadas, superaría la treintena de homicidios desde la década de los 90 y cuya organización fue capaz de «arrebatar» el nombre a un pueblo para denominar a su clan . Seis años ha permanecido en libertad antes de que los investigadores españoles y polacos hayan abortado su intento de importar al sur de España sus violentos métodos.

«Lamentamos mucho que haya malos que huyen de nuestro país para asentarse en España», se disculpó en rueda de prensa el jefe adjunto de la Oficina Central de Investigación Criminal, Pawel Poltorzycki, quien ayer se desplazó a Málaga para ofrecer detalles de un operativo que ha sido un bombazo en su país.

Lo cierto es que Bandziorek pasó desapercibido para las fuerzas de seguridad desde que en 2010 recuperara la libertad tras un largo periodo a la sombra y decidiera instalarse en la Costa del Sol. Contaba con el apoyo de algunos viejos compañeros de banda que con anterioridad decidieron trasladarse a España y comenzó a asentar los cimientos para reconstruir los cimientos de su organización. A pesar de no desdeñar ninguna actividad delictiva, optó por el tráfico de hachís y marihuana, cuyo margen de beneficios es brutal en su país. «Un kilo de “chocolate” que aquí adquiría por unos 2.000 euros, le reportaba allí no menos de 15.000» , explicaba una de las fuentes consultadas por este periódico, que detalló que era tal su poder y el miedo que generaba entre otros narcos polacos, que «tenía que autorizar a quien quisiese introducir alguna de estas drogas».

La Policía registra el domicilio del detenido ABC

Cuando su nombre «saltó» durante una investigación que llevaban a cabo los agentes de la Udyco Costa del Sol, era un completo desconocido. Un «guiri» con mucha pasta que se había comprado en Marbella un chalé de lujo valorado en 1,5 millones de euros . Pero se encendieron las alarmas cuando Europol reveló la verdadera calaña del individuo.

La Comisaría Provincial de Málaga informó de lideraba un grupo criminal denominado «Pruszkow» -así llema un pueblo polaco-, dedicado al tráfico de drogas y relacionado con delitos graves como homicidios, extorsiones, secuestros, robos y tráfico de vehículos.

Esta organización fue desmantelada parcialmente en Polonia a finales de los años 90 y sus miembros condenados a penas que oscilaron entre los 15 y 20 años. Una vez han ido saliendo de la cárcel, se han ideo trasladando a España para retomar sus actividades delictivas.

Fuentes cercanas al caso explicaron que las informaciones que manejan vinculan a «el bandido» con entre 30 y 40 muertes violentas ocurridas en aquellos años en suelo polaco . Mano de hierro que presuntamente ha seguido aplicando tras recobrar la libertad, ya que se le relaciona con al menos tres asesinatos. Crímenes contextualizados en ajustes de droga relacionados con el narcotráfico.

Su captura ha sido una de las 23 practicadas por los agentes españoles y polacos en un operativo que ha permitido la incautación de casi una tonelada de hachís y el bloqueo de propiedades valoradas en dos millones de euros.

La caída

El desmoronamiento de la red comenzó cuando dos envíos de estupefacientes fueron interceptados en los meses de abril y mayo del presente año. En Dinamarca los agentes decomisaron 75 kilogramos de hachís que transportaban ocultos en dos vehículos que formaban parte del mismo convoy y detuvieron a dos personas. Por su parte, agentes franceses se incautaron de 35 kilos de marihuana , en esta ocasión ocultos entre mercancía legal,  y que también procedían de Málaga de manos de otro de los miembros de la banda.

Los investigadores averiguaron que la organización había enviado desde la provincia malagueña una importante cantidad de hachís a Polonia a bordo de una furgoneta. Este vehículo, interceptado a principios del mes de junio en la localidad de Valdepeñas, ocultaba en dobles fondos unos 170 kilogramos de hachís, procediéndose a la detención de su conductor.  Otros dos miembros de la organización, que realizaban labores de vigilancia circulando a bordo de un vehículo unos kilómetros por delante de la furgoneta para alertar de la presencia policial, fueron igualmente arrestados.

Posteriormente se registró un domicilio situado en una urbanización de la localidad de Marbella donde la organización almacenaba 930 kilos de hachís y otros tres miembros de la banda fueron detenidos.

Un mes más tarde se pudo averiguar que otro colaborador de la organización iba a salir del territorio nacional a bordo de un vehículo que formaba parte de un convoy de droga. A pesar de ser detenido en la provincia de Navarra, el envío con el estupefaciente no pudo ser finalmente interceptado, precisó la Comisaría Provincial.

Una segunda fase del operativo se centró en la neutralización del grupo criminal de origen español que suministraba marihuana a la organización investigada. Las pesquisas realizadas apuntaban a que se iba a realizar un  transporte de droga por parte de miembros de la organización. Un dispositivo organizado por agentes de la Udyco Costa del Sol en la carretera A-92 culminó con la incautación de 14 kilos de marihuana, a los que habría que sumar otros tres del mismo estupefaciente que guardaban en los domicilios de los siete detenidos en esta ocasión.

La última fase de la investigación se desarrolló de forma coordinada en Polonia y España, donde se realizaron ocho registros en los domicilios de los principales investigados en nuestro país, en las localidades malagueñas de Marbella y Estepona, así como en Lebrija (Sevilla).

Desmantelación de la red

Funcionarios adscritos a la Oficina Central de Investigación Criminal de Polonia y a la Oficina de Localización de Activos de ese país se desplazaron a España para apoyar a los agentes de la Udyco. Los policías contaron con el apoyo de dos especialistas de Europol que coordinaron las relaciones internacionales y pusieron a disposición de las autoridades españolas la oficina móvil.

Una vez localizados los investigadores detuvieron a siete miembros de la organización, entre los que se encontraban sus máximos responsables, dando por desarticulada su estructura en nuestro país.

En los registros domiciliarios realizados se intervinieron más de 30.000 euros  y 2.100 dólares en efectivo, cuaro vehículos de alta gama, pequeñas cantidades de marihuana y hachís, una escopeta modificada, una defensa eléctrica, equipos de comunicación, material de geolocalización, un inhibidor de frecuencias , una sirena para vehículos, un set de ganzúas eléctricas y útiles para la extracción de bombines, envasadoras, básculas y diverso material informático y documentación.

Simultáneamente las autoridades polacas llevaron a cabo entradas y registros en seis inmuebles en Polonia interviniendo documentos notariales de bienes y propiedades por un valor de 1.430.000 euros y otros relacionados con transferencias bancarias y acciones bursátiles. También fueron intervenidas armas de fuego y munición.

Las indagaciones del Grupo de Localización de Activos de la Comisaría Provincial de Málaga ha permitido aflorar bienes inmuebles y productos financieros pertenecientes a miembros de la organización -la finca del cabecilla, valorada en unos 1.500.000 euros y ocho vehículos -, así como el bloqueo de 11 cuentas bancarias.

El caso ha sido tutelado por el juzgado de Instrucción número 4 de Marbella, aunque se valorará una posible extradición del capo. «Eso sí que le haría daño», sentenció una de las fuentes.

El responsable del Centro Contra el Terrorismo (ECTC) de Europol, Manuel Navarrete, que estuvo presente en la rueda de prensa, resaltó la importancia de la colaboración internacional para enfrentarse a estos grupos «policriminales», porque «no existen fronteras, pero gracias a esta cooperación los delincuentes saben que no hay sitio donde se puedan esconder». En esta misma línea se expresó el comisario jefe de la Policía Nacional en Málaga, Pedro Garijo, quien señaló que es tan importante atacar las actividades de los grupos organizados, como incautarles el beneficio obtenido.

El subdelegado del Gobierno, Miguel Briones, quiso felicitar a los agentes por los resultados de esta investigación.

 

 

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