ESTADO DE ALARMA
El bingo «online» que tiene enganchado a un pueblo de Málaga
Entre bromas, disfraces, bailes y regalos un joven empresario del municipio tiene alrededor de un millar de seguidores diarios conectados
A Daniel Muñoz sus tías le propusieron jugar al bingo para pasar la cuarentena, como hacían los domingos en la playa. Así, este empresario de Vélez-Málaga investigó cómo podía montar un sistema en el que pudieran participar varias personas a la vez. La idea era dar cabida, al menos, al medio centenar de personas de la familia que se juntan cuando van a la playa a hacer barbacoas. Descubrió que podía hacerlo mediante directos de Facebook, se lanzó a montar el bingo y el pasado 26 de marzo comenzaron las emisiones de «Bingo Cuarentena» .
La iniciativa ya tiene casi a un millar de personas conectadas . «Somos más de 900. En un par de días esperamos superar los mil usuarios conectados», señala Daniel Muñoz, quien dice que paradójicamente las que no juegan son sus tías, porque «son mayores y no están en la red social». Los usuarios no sólo son del pueblo, sino que se van conectando desde diferentes partes de España. «Hay gente de Granada, Córdoba, Zaragoza, Elche… En Vélez hay unos 700, el resto son de fuera », afirma este empresario.
Para jugar hay que suscribirse mandando un mensaje a Daniel Muñoz, que facilita los cartones por WhatsApp . No hay negocio. Los boletos para jugar son gratis. «Desde por la mañana estoy liado dando cartones, para luego empezar a las 21.00 horas. Hay bingo todos los días menos los lunes, que es el día en el que preparo lo de toda la semana», afirma el autor, que es grabado en cada sesión por su esposa, Ana Moreno.
Mientras salen los números, los conectados van tachando. La línea o el bingo se cantan por el chat del directo. Daniel lo comprueba y anota a quién se le debe entregar el premio. No hay dinero , ni nada en metálico, sino cenas, cestas de frutas y todo aquello que pueden aportar los negocios de Vélez-Málaga. Antes de comenzar siempre se hace un aviso: «No se hacen envíos» .
También se da cuenta de una nómina cada vez más extensa de colaboradores a esta experiencia contra el confinamiento. «Al final, también es una forma de promocionar los negocios del municipio », afirma Muñoz, que antes de esto ya era muy conocido en Vélez-Málaga.
Desde hace diez años este «binguero» regenta el «The End», un bar en el centro de la ciudad, al que cada año añade barras en la feria y desde hace cuatro años una empresa de catering para celebraciones de todo tipo. Es un joven activo, que participa cada año en las agrupaciones de carnaval del municipio. De ahí que también haya sacado su vena «showman» . En pleno encierro contra el virus, no sólo va cantando los números, sino que propone apuestas divertidas a los usuarios.
Es habitual que el bingo acabe en bailes, pese a tener el tobillo vendado por un traspié en casa, o comienza con el maestro de ceremonias vestido de mantilla en el Domingo de Ramos , otro día de gitana o que en medio del descanso, que hace durante la hora de emisión, aparezca vestido de vieja o de cualquier otro personaje para sacar una carcajada. «La gente pide a los personajes, que me disfrace y que cuente algunos chascarrillos. No es sólo un juego de azar», explica el empresario.
El bingo, al final, ha creado una comunidad conectada cada día a través del perfil del bar que regenta. Hasta el punto, que muchos mandan fotos disfrazados jugando al bingo, familias enteras sentadas con sus cartones a la hora de la emisión o cocinando. Y es que no sólo de bingo vive esta comunidad. Los domingos Daniel, además del juego, propone platos para hacer . El último fue una cazuela de fideos, que fue contestada por los usuarios de este perfil con más recetas para matar la necesidad de relacionarse tras un mes encerrados en casa.
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