Los bandazos del Metro de Málaga

La comisión de seguimiento de las obras del Metro de Málaga despertó  ayer una inusitada atención mediática. Lo que debía ser una reunión de rutinaria casi se convirtió en «causa de Estado» -a la malagueña- después de que el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre , se descolgase la semana pasada con una nueva propuesta de trazado. Una iniciativa que apoyó en la oposición de los vecinos del distrito Bailén-Miraflores a que el suburbano llegue en superficie a esta zona y que parece haberse diluido después de que se reuniese con el consejero de Fomento y Vivienda, Felipe López.

La Junta de Andalucía hizo valer ayer su postura de mantener el trazado al que el propio De la Torre se comprometió hace dos años con la presidenta autonómica, Susana Díaz; tras lo que los representantes de ambas administraciones tiraban de eufemismo para intentar «persuadir» a los malagueños contrarios al proyecto de la Línea 2 .

«Vamos a tratar, conjuntamente con el Ayuntamiento, de convencer a los vecinos y comerciantes, tornando las amenazas en las oportunidades que la prolongación de la Línea 2 hasta el Hospital Civil constituye para la mejora de la movilidad de Málaga y la calidad de vida de los ciudadanos», manifestó el consejero.

El regidor malagueño sumó a estas palabras la necesidad de «convertir un proyecto que tiene interrogantes en algo atractivo» y «que sea percibido como algo positivo». «Haremos las cosas convenciendo, no imponiendo» , advirtió.

De la Torre, de esta forma, daba marcha atrás a su propuesta de cambiar el trazado, suprimir el tramo hasta el hospital Civil y llevarlo hasta el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA). Iniciativa felizmente acogida por los trabajadores de la tecnópolis —cuyas conexiones son manifiestamente mejorables— y los vecinos del distrito de Campanillas, que incluso apoyaron una campaña en las redes.

Aunque el enésimo intento del alcalde de influenciar en el futuro de esta infraestructura, de la que hay que recordar que se parece bien poco a la que originariamente proyectó el Ejecutivo andaluz, ha vuelto a quedar en un cruce de declaraciones y en un puñado de titulares.