ROBOS EN MÁLAGA

La banda del 'Orejas' en Fuengirola: expertos en abrir cajas fuertes de naves industriales en cinco minutos

Usaban el oxicorte, una técnica para abrir cajas fuertes con una mezcla de gases que alcanza los 2.000 grados

El comisario Enrique Barón Castaño durante la presentación de lo incautado en la operación Way II J.J.M.

J.J. Madueño

La banda del 'Orejas' actuaba en pequeños grupos reducidos, que entraban en las naves industriales de Málaga, anulaban todos los sistemas de seguridad y vaciaban las cajas fuertes en sólo cinco minutos. Luego se marchaban con el botín a lo máximo que daba el coche de alta gama que habían usado para desplazarse hasta allí, habitualmente robado. «En sólo tres fines de semana se llevaron más de 200.000 euros» , reconoce el inspector Manuel Velázquez del Grupo de Robos de la Comisaría Provincial de Málaga, quien explica que todo lo sustraído y el material incautado asciende al medio millón de euros .

No dejaban nada a la improvisación. El proceso era complejo hasta localizar y estudiar el objetivo. Eran muy metódicos en sus vigilancias, en las que llegaban a disfrazarse de algún tipo de proveedor de la empresa, bien de seguridad, telefonía o de cualquier otra instalación, para poder estudiar desde dentro el lugar donde iban a llevar a cabo el robo. Así, sabían dónde estaban lo volumétricos de las alarmas, las oficinas o las cajas fuertes. «Iban a por dinero» , añade el inspector.

No sólo robaban naves, sino también coches y otro tipo de lugares, como las dos barcos que se sacaron de dos chalets en la Costa del Sol cuando sus propietarios las tenían atracadas en sus domicilios. «Entraron engancharon el remolque y se las llevaron» , relata uno de los investigadores. Los agentes encargados de las pesquisas creen que lo hicieron para venderlas a bandas dedicadas al narcotráfico en el Campo de Gibraltar. Es el destino que se supone iba a tener una embarcación de fibra de cinco metros de eslora que fue sustraída en Marbella.

En este caso usaban también un dron para las vigilancias y para saber qué había en el interior de los lugares donde iban a robar. Lo hacían volar por encima de los muros, hasta saber dónde estaba el botín y qué era lo que se debían llevar. Con todo definido, pasaban a asaltar el lugar de la forma más eficaz posible. Siempre encapuchados para no ser descubiertos .

Las medidas de seguridad durante el robo eran extremas. En los robos usaban comunicaciones por radio y nunca los móviles. Iban equipados con inhibidores y detectores de frecuencia, además de disponer de señuelos para tener tiempo para huir en caso de ser descubiertos . «En algunos casos dejaban un conductor, que al detectar a la Policía huía, provocando una persecución y dando tiempo al resto de la banda para salir y fugarse», explica Velázquez.

Usaban señuelos

En la ejecución de los robos, empleaban vehículos de gran cilindrada y alta gama con los que se desplazaban a los lugares que previamente habían seleccionado para cometer el robo. «Iban a 200 kilómetros por hora hasta para tomar un café», señala uno de los agentes sobre la forma de conducción de estos delincuentes, que en algunas ocasiones también hacían uso de furgonetas hurtadas con matrículas dobladas.

Los miembros del grupo que accedían al lugar de robo seleccionaban la forma más eficaz para no ser descubiertos. Lo hacían desde rompiendo la cerradura de las puertas , efectuando 'butrones' o agujeros a través de la pared por inmuebles colindantes y también con el método del 'rififí', que es descolgándose del techo tras romper el reforzamiento de los tejados de la nave. Una vez dentro y con las alarmas desactivadas usaban el oxicorte para forzar la caja fuerte .

Esta técnica es una 'lanza' que genera una llama a 2.000 grados por una mezcla de gases , en este caso eran oxígeno y acetileno o butano. «El acetileno tiene más fuerza para cortar el metal», afirma Velázquez, quien explica que así hacían un agujero en una de las paredes de la caja fuerte para poder sustraer todo lo que había en el interior.

Es una técnica compleja, que no dominan muchos delincuentes , por lo que cuando vieron que se usaba este tipo de método el grupo se puso a investigar a estos delincuentes. Los agentes piden no confundir con la 'lanzas térmicas' de barras de aluminio, que no se pueden usar en este tipo de robos porque derriten todo lo que hay en el interior de la caja al generar una temperatura en el objeto de más de 5.000 grados. La banda en algunos casos se llevaba la caja fuerte para poder trabajar sobre ella con más tranquilidad.

Herramientas necesarias para hacer la técnica del oxicorte y forzar las cajas fuertes J.J.M.

Era un trabajo arriesgado, máxime cuando el 'Orejas' y sus secuaces fueron detenidos a principios del año pasado en la operación 'Way I'. Tenían que ser precavidos, pese al alto nivel de vida que llevaban en sus villas de lujo en Fuengirola . En este sentido, la trama alquilaba coches a nombre de personas sin antecedentes para sus desplazamientos, emprendían viajes a otras ciudades por periodos de tiempo intermitentes tras realizar los robos o efectuaban contra-vigilancias.

Usaban dispositivos de detección de cualquier tipo señal electrónica o usurpaban las identidades de terceros para trámites en hospederías. Además, usaban determinados atuendos para dificultar su plena identificación. « No tenían ocupación, pero uno de los líderes conducía un Audi RS6 de 100.000 euros« , explica uno de los agentes que participó en los registros, quien señala que en la casa donde vivían había zapatillas deportivas de 1.000 euros y ropa de marca. Desayunaban siempre fuera, comían en los restaurantes de Puerto Banús y gastaban mucho dinero«, afirma este agente.

Finalmente, por orden del Juzgado de Instrucción 10 de Málaga se efectuó un dispositivo que culminó con el arresto de los siete miembros del grupo investigado en la operación 'Way II'. Cuatro detenidos en Torremolinos, Fuengirola y Estepona, tres más en San Fernando (Cádiz) y uno en Gandía (Valencia). Todos entre los 26 y 41 años. El líder y su lugarteniente fueron arrestados en Fuengirola . Todos españoles, excepto uno que tenía pasaporte británico.

Cuatro de ellos han sido enviados a prisión . Se les investiga por su presunta responsabilidad en los delitos de pertenencia a organización criminal, robo con fuerza, falsedad documental, contra la seguridad de tráfico, tráfico de drogas, hurto de vehículo, reclamación judicial y usurpación de bienes inmuebles. Por otro lado, se procedió a la entrada y registro de cinco domicilios y dos trasteros en Torremolinos, Fuengirola, Marbella y Estepona.

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