VIOLENCIA DE GENERO
El asesino de Gloria en Estepona se acostó con su víctima para suicidarse
No constaban denuncias previas por violencia de género en la pareja, que llevaba más de 30 años juntos
Un farol encendido al mediodía del domingo en el patio delantero del 17 de la calle Reino de España de la urbanización Forest Hills de Estepona adivinaba la tragedia. Bajo su reflejo, solapado por el sol, las gotas de sangre daban la vuelta a la vivienda . Un macabro camino marcado por el homicida, un británico de 55 años, antes de intentar quitarse la vida, cuando fue a esconder el arma del crimen. Gloria, española de 58 años, es la última mujer que muere a manos de su marido en Andalucía, aquel que juró quererla, pero que le asestó, al menos, 11 puñaladas , según fuentes de la investigación.
Gloria murió de una forma cruel, ante la mirada de su hijo, que nada pudo hacer por salvar a su madre. Fue hallada tendida de lado en la habitación de una casa apartada de la ciudad y con sus estancias bañadas en sangre. El asesino no la mató en un lugar, sino que la persiguió dándole puñaladas por la vivienda . En un momento de la agresión se percató de que su hijo de 15 años estaba presente, viendo cómo su padre trataba de matar a su madre. Lo agarró y lo echó de la casa. El chico intentó romper una ventana y luego la puerta para entrar, pero no lo consiguió, explican las fuentes a ABC.
Los gritos los escuchó un vecino. Un policía jubilado que alertó de lo que pasaba. Cuando llegaron los primeros agentes en la casa «ya sólo había silencio». Gloria había corrido hasta el dormitorio, donde la última puñalada en el pecho pudo haberla desangrado. Junto a la cama, donde habría caído de rodillas, un enorme charco de sangre mostraba el final . Su asesino la subió a la cama y la acostó de lado. Luego bajó y ocultó el cuchillo. Volvió a la habitación, se acostó a lado de la que había sido su compañera de vida durante más de 30 años, se tomó un puñado de pastillas y se cortó las venas.
Sin embargo, el presunto asesino no falleció. Fue trasladado al hospital Costa del Sol, pero recibió el alta del domingo para ser llevado a los calabozos de la Comisaría de Estepona, donde se le aplicó el protocolo para evitar que se quite la vida . La Policía Nacional llegó antes de que muriera el presunto homicida. Tendrá que responder por sus actos. Saltaron la pared para entrar en el jardín y lo primero que se encontraron fue al hijo de 15 años con el cuchillo del asesinato en las manos. Le dijeron que lo tirara y aseguró asustado: «Es para defenderme de mi padre» .
Huellas en la sangre
Los agentes intentaron entrar al domicilio, pero no podían. La puerta estaba atrancada. Hubo que romperla con un pico. El domingo, tras realizar las pesquisas oportunas, el cerrajero selló la zona de la sangría. Al acceder «la escena era dantesca» . Todo estaba bañado de sangre. La persecución no fue complicada de reconstruir. La sangre de la víctima estaba por todas las estancias, en las paredes, en los muebles, en el suelo… Las pisadas de Gloria iban delante de las de su asesino .
Cuando la alcanzaba le asestaba una puñalada. En el pecho, en el hombro, en la espalda… Donde con saña iba acertando, hasta que le dio la mortal en la habitación. Dos tenía en las manos, porque trató de pararlas aterrada. Huyó sin éxito, corrió alrededor de la mesa, como muestran las pisadas de los pies descalzos , mientras su hijo desde el exterior se desesperaba sabedor del final y gritaba.
Finalmente, sobre las 23.45 horas del sábado los dos fueron encontrados en una escena de pesadilla sobre la cama. Gloria estaba muerta. «Consternación» en Estepona y Montejaque , su pueblo natal. Lugar de la Serranía de Ronda en el que se le recuerda con cariño. La última vez que la vieron fue hace unos 10 días, cuando salía del banco de hacer unas gestiones. Iba mucho y tenía relación con los vecinos.
Tragedia familiar
Había llegado a ser hasta mayordomo de la Virgen de la Concepción en 2007, patrona de Montejaque. Allí narran una trágica historia familiar con un hermano que se quitó la vida y otra hermana más que se suicidó saltando por el Tajo de Ronda. La familia aún lloraba la muerte de su madre el año pasado, cuando ha recibido este duro golpe, que no era previsible. No había denuncias previas por malos tratos en la familia.
«Era un hombre que no enturbiaba el agua», dicen los que conocían a la familia. Todos recuerdan al presunto homicida, del que dicen que era muy reservado y que hablaba muy bien español. Tenía dos hijos, uno vivía con ellos y el otro está residiendo en Australia. El chico que presenció el crimen ha asegurado a la Policía que no era habitual que discutieran, pero que cree que estaban pensando en divorciarse .
La Policía Nacional está tratando de averiguar cuál sería el detonante de este nuevo asesinato machista. Están esperando a interrogar a los familiares y conocidos. Quieren un rayo de luz sobre este imprevisible homicidio en Estepona. Una explicación sobre por qué, tras más de 30 años de relación y dos hijos, Gloria fue cosida a puñaladas por su marido en «El Balcón», como se llamaba el chalet en el que residían en la Costa del Sol.
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