DESAPARECIDA

Débora, asesinada por su pareja y enterrada bajo cemento en un polígono industrial de Málaga

La denuncia por su ausencia se presentó hace seis meses y se le buscó incluso en el extranjero

Cartel de la alerta por la desaparición de Débora hace seis meses ABC

J.J. Madueño

Málaga

Débora, brasileña de 39 años, desapareció el pasado mes de marzo en Málaga. Durante todo este tiempo la Policía Nacional la ha buscado con ahínco y con la sospecha de que no había sido una ausencia voluntaria. Había datos, conversaciones, lugares o declaraciones que no coincidían. Era extraño. Los agentes sabían que no había sido algo fortuito. Todo era raro. El Centro Nacional de Desaparecidos emitió la alerta de búsqueda el 28 de marzo de 2022. Una mujer de 1,60 metros, pelo castaño y ojos marrones. Las pistas fueron confusas. La asociación SOS Desaparecidos incluso la llegó a buscar fuera del país, pero no hubo suerte. Nunca apareció porque estaba muerta, como ha confirmado la Policía Nacional a ABC.

El Grupo de Homicidios de la Policía Nacional mantiene abierta la investigación sobre su muerte, después de ser hallada en un agujero en un polígono industrial. Las pesquisas están abiertas mientras se cierran diligencias, pero el caso está claro porque su pareja ha confesado que la mató y enterró. Su cuerpo fue hallado el pasado viernes enterrado en una nave industrial.

El cuerpo estaba oculto en una nave del polígono de La Estrella. La mujer estaba dentro de una especie de zulo muy rudimentario. Fuentes consultadas por ABC, aseguran que era un agujero que el presunto asesino hizo en el suelo picando el cemento. Luego introdujo el cadáver envuelto en unos plásticos sacados de unas bolsas de basura y unas mantas. Luego lo tapó.

Primero echó cemento en el pequeño zulo, para luego ponerle solería encima con el afán de disimularlo. Por último, colocó maquinaria pesada sobre el hueco abierto para taparlo. Así no se vería cualquier fallo si se entraba en la estancia. En ese mismo lugar enterró la documentación de la mujer. La idea era simular que se había marchado del país.

Y mientras Debora estaba en ese agujero, sus hijas la buscaban. En la alerta del Centro Nacional de Desaparecidos no constaban datos familiares, ni tampoco contactos, pero la Policía sí tenía agendadas con sus hijas. En Málaga proseguía la investigación y el cerco se estrechaba sobre la pareja de la desaparecida. Los agentes comenzaron a estar convencidos de que era el causante de la ausencia.

Denuncia por malos tratos

Los antecedentes no eran halagüeños, cada vez pesaba más aquella vez que la víctima denunció a su pareja por malos tratos hace diez años. La denuncia fue retirada por Débora. Durante seis meses, la Policía volvió a hablar con el hombre una y otra vez. Fue recabando pistas y buscando certezas para cerrar el caso.

Tomó declaración al sospechoso varias veces. Así, en una de las muchas ocasiones que los agentes fueron a hablar con el presunto asesino, éste se derrumbó. No aguantó la presión y confesó. El pasado viernes reconoció lo que había hecho y llevó a la Policía hasta el cuerpo para acabar con la búsqueda. Nunca huyó. Su asesino la mató el día que presentó la denuncia por su ausencia para cubrir sus huellas.

El delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, aseguró este pasado domingo, tras conocerse el crimen, que la investigación sobre las circunstancias de la muerte de la mujer que la Policía «continúa para esclarecer los hechos y confirmar si es un crimen de violencia de género».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación