Cae una red de venta de atunes rojos no aptos para el consumo humano
Una mala higiene en la manipulación de los alimentos puede generar calambres, trastornos respiratorios, hipotensión arterial, enrojecimiento, picores y edemas faciales
La Guardia Civil ha desarticulado en Málaga un grupo dedicado al comercio ilegal de atunes rojos y otros productos pesqueros no aptos para el consumo humano, que operaba por toda Andalucía y usaba documentación y etiquetado fraudulentos para dar apariencia de legalidad.
En la actuación, llevada a cabo por el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), han sido detenidas tres personas por los delitos contra la fauna, contra la salud pública, estafa, falsedad documental y pertenencia a grupo criminal, y han sido imputadas otras dos personas por su pertenencia a dicho grupo.
Según ha informado hoy el instituto armado en un comunicado, en la operación se han intervenido 57 atunes rojos, unos mil kilogramos de diferentes productos pesqueros y tres vehículos.
La investigación se inició al tener noticias la Guardia Civil de varios episodios de captura ilegal de atunes rojos que habían sido desembarcados en playas de Málaga.
Uno de ellos se produjo en la localidad de Mijas a plena luz del día y en presencia de bañistas, donde los agentes intervinieron once atunes rojos que los integrantes de la red cargaban en vehículos para su transporte.
Este grupo se amparaba en que uno de sus miembros era mayorista de pescado y compraba ilegalmente atunes rojos y otros productos pesqueros fuera de lonja, sin ningún tipo de control sanitario, que posteriormente comercializaba en diferentes provincias andaluzas con documentación y etiquetado fraudulentos.
Los vehículos que se utilizaban para el transporte figuraban a nombres de terceras personas, carecían de las más mínimas condiciones higiénico-sanitarias y «nunca habían sido limpiados ni desinfectados», según los investigadores.
La mayoría de los productos intervenidos en esta operación han sido declarados por las autoridades sanitarias como no aptos para el consumo humano, ya que su ingesta suponía un riesgo para la salud de los consumidores.
Algunos de estos atunes dieron positivo en histamina, una sustancia relacionada con una mala higiene en la manipulación de los alimentos, cuya aparición puede generar episodios alérgicos con calambres, trastornos respiratorios, hipotensión arterial, enrojecimiento, picores y edemas faciales, entre otros síntomas.
El Centro Oceanográfico de Málaga certificó que los atunes intervenidos eran atunes rojos, que habían sido capturados con anzuelo, probablemente con línea de mano debido a las heridas y desgarros en los maxilares de los mismos, en el medio natural, y no en jaulas de engorde.
Ello evidencia, según la Guardia Civil, su captura ilegal, ya que la cuota atribuida para la pesca deportiva y recreativa ya había sido alcanzada, por lo que la campaña del año 2014 de esta pesquería estaba cerrada.
En el dispositivo han participado agentes de la Guardia Civil de Málaga y Sevilla, inspectores de Pesca de la Junta de Andalucía, veterinarios de Salud, técnicos del Instituto Español de Oceanografía y la Secretaría Española del ICCAT (Consejo Internacional para la Conservación del Atún atlántico y mares adyacentes).
