Málaga planta batalla al picudo rojo
En un año se han capturado más de 11.ooo ejemplares de esta especie, que ataca a las palmeras
Las actuaciones realizadas por el Ayuntamiento de Málaga para el control de la plaga del picudo rojo han hecho posible la captura, en el período comprendido de octubre de 2013 a octubre de 2014, de un total de 11.727 ejemplares de esta especie, de los que 9.339 han sido hembras. Este último dato es especialmente trascendente, ya que son las hembras las principales responsables de la expansión de la plaga.
Este insecto entró en el término municipal de Málaga por las zonas de Churriana, Campanillas y aledaños de la A-7. Cada hembra pone entre 200 y 400 huevos, por lo que se puede desprender el impacto que ha supuesto la captura de 9.339 hembras.
El concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento, Raúl Jiménez, ha anunciado este lunes el balance de la actuación que se ha desarrollado en los últimos meses para la contención de este insecto, «gracias a la cual no se ha detectado ninguna pérdida entre las palmeras Phoenix canariensis ni nuevas especies», situadas en la vía pública o en los parques y jardines municipales.
Según ha destacado el concejal, estas actuaciones se han basado, entre otras iniciativas, en la colocación de trampas destinadas a detener el avance del picudo en su vuelo entre palmera y palmera.
En total, se han instalado en Málaga 350 trampas, una buena parte de las cuales se ha situado en las zonas mencionadas con anterioridad como las de entrada del insecto en el término municipal. Personal especializado se encarga de realizar a diario inspecciones rutinarias tanto oculares como auditivas en todos los distritos, para lograr una detección temprana de la posible presencia del picudo.
Esta actuación permitido que no se haya perdido ninguna palmera
Asimismo, se está procediendo a emplear técnicas de monitorización para observar la evolución de la plaga a partir de la cantidad de insectos que se capturan con las tramas y las zonas por las que se detecta su presencia.
Además de estas técnicas, el Servicio de Parques y Jardines realiza cada 30 días en verano y 45 días en invierno en las palmeras de las zonas públicas una alternancia de tratamientos químicos y biológicos específicos para la erradicación del picudo.
Estos medios se complementan además con la utilización de perros adiestrados en la detección del picudo cuando aún está en fase de larva, y por lo tanto la invasión de la palmera se encuentra en una etapa temprana, en la que los tratamientos tienen una mayor eficacia.