REVUELTA CIUDADANA

La Policía Nacional asume que efectuó los disparos que hirieron a dos personas durante los sucesos de Linares

El informe realizado para esclarecer los hechos se eleva al juez sin concretar qué agente fue el autor de los hechos

Agentes y manifestantes durante la revuelta ABC

Javier López

La investigación abierta por la Policía Nacional de Jaén para determinar qué agente efectuó los disparos que hirieron a dos personas durante la revuelta de Linares del 12 de febrero se ha cerrado sin concretar la autoría . No obstante, el cuerpo de seguridad del Estado reconoce que el arma de fuego cargada fue utilizada en el marco de la carga de los antidisturbios, ya que ha resaltado que lamenta «profundamente el error».

La normativa establece la prohibición de utilizar una escopeta de postas para repeler protestas ciudadanas, en las que sí está facultada la utilización de pelotas de goma. En las horas posteriores al suceso la Policía expuso la posibilidad de que la rapidez y extrema virulencia con la que se sucedieron los hechos motivaran que uno de los agentes cogiera el arma del interior de uno de los vehículos sin percatarse de que estaba cargada con munición real .

La autoridad judicial proseguirá ahora la investigación de los hechos a partir del informe de la Policía Nacional, cuyo intento de depurar responsabilidades ha sido infructuoso. La admisión de responsabilidad, sin embargo, obra previsiblemente a favor a efecto de compensación de las dos personas que resultaron heridas leves, una de las cuales ni siquiera participaba en la manifestación ilegal que originó la carga policial.

La manifestación que derivó en revuelta se produjo tras la brutal paliza propinada por dos agentes de la Policía Nacional a un hombre durante una discusión. Uno de ellos también agredió a la hija de la víctima, de 14 años de edad. Cuando los agentes fueron detenidos, centenares de personas se concentraron ante en el juzgado con la intención de asaltarlo. Durante varias horas grupos de radicales se enfrentaron a los agentes antidisturbios.

La batalla campal se saldó con 13 detenidos, 20 policías heridos y destrozos en el mobiliario urbano por valor de más de 30.000 euros . Ni siquiera se calmaron los ánimos cuando el juez que tomó declaración ordenó el ingreso en prisión de los dos agentes, que tras permanecer ingresados un mes en el centro penitenciario Sevilla I fueron puestos en libertad con cargos por la Audiencia Provincial de Jaén.

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