SOCIEDAD

El pastor de Jaén atrapado 19 días por la nieve: «Pensé que iba a morir y decidí soltar a los animales»

Javier González: «La radio ha evitado que me volviera loco durante el aislamiento»

El pastor aislado 19 días por la nieve, junto a dos mandos de la Guardia Civil ABC

Javier López

« Una noche creí que iba a morir aquí , solo, atrapado por la nieve . Estaba abatido y me sentía sin fuerzas, de manera que decidí abrir las puertas de las naves donde tengo cabras con crías, ovejas y palomas para que se buscaran la vida si yo moría. Al final, no lo hice». Así relata su peor momento Javier González , el pastor que a causa de la borrasca Filomena ha sobrevivido aislado 19 días en un paraje natural del municipio jienense de Segura de la Sierra.

Cuando el 1 de enero comenzó a nevar González no le dio mayor importancia. El paraje Hueco de los Bañales, donde tiene su cortijo, es un lugar en el que las nevadas son frecuentes. Pero este no era un temporal al uso. La acumulación de nieve alcanzó el metro de densidad. Y cuando cesó, las bajas temperaturas frenaron el deshielo, lo que le impidió desplazarse hasta las majadas para alimentar al ganado. Por eso han muerto 20 de sus ovejas, unas de inanición y otras atrapadas en el hielo .

«Si me desplazaba para darles de comer corría el riesgo de quedar atrapado yo», dice Javier, entristecido por la escena que ha visto hoy al acudir a los apriscos, donde ha encontrado los cadáveres de las ovejas, devoradas por buitres y jabalíes . Mejor suerte han corrido los animales guarecidos en sus naves y sus dos perros, a los que ha alimentado con su propia comida, a pesar de que escaseaba. «Cuando llegó la Guardia Civil me había quedado sin pan», aclara.

La llegada de la Guardia Civil cuenta ya como una de las alegrías de la vida de Javier, que, por constraste, ha concatenado pena tras pena durante el aislamiento. Así, durante una semana aguantó sin energía eléctrica porque el cortijo se abastece de placas solares que habian quedado cubiertas por el hielo. A riesgo de resbalar maniobró por el tejado para con la lentidud que aconseja la prudencia retirar la capa: «Tenía miedo, pero tocaba jugarme la vida y me la jugué» .

Junto a sus dos perros, la radio ha sido compañera de este pastor durante las largas jornadas del aislamiento. « Si no es por ella creo que me habría vuelto loco» . ¿Qué escuhaba?: «Todas las cadenas: Radio Nacional, Canal Sur, la SER, la Cope... Me ha hecho mucho bien. Era mi conexión con el mundo cuando creía que el mundo no se acordaba de mi».

El mundo, empero, sí se acordaba de él. De hecho, su teléfono móvil, que se quedó sin batería el primer día de aislamiento, estaba atestado de mensajes de preocupación y de ánimo, cuya lectura, una vez a salvo, le ha emocionado hasta el punto de admitir que llóro durante horas al comprobar que es un hombre querido. «Ahora me gustaría abrazar a todas esas personas», expone.

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