Inseguridad ciudadana
Ocupan viviendas de Jaén tras abandonar el centro de menores al cumplir 18 años
Reunión entre la Junta y el Ayuntamiento para abordar los problemas de convivencia generados en el casco histórico
Algunos usuarios del centro de menores Carmen de Michelena ocupan viviendas cuando cumplen 18 años. Lo ha asegurado el alcalde de Jaén, Julio Millán , tras mantener una reunión con el delegado provincial de Políticas Sociales de la Junta de la Junta de Andalucía, Antonio Sutil , en la que ambos han abordado los «problemas de convivencia» generados por la presencia de la infraestructura en el casco histórico de la ciudad.
El alcalde ha expresado al representante del Gobierno andaluz la «preocupación» de colectivos del barrio de La Merced y otras zonas de la capital ante el hecho de que con la mayoría de edad algunos de estos residentes se ven « abocados a estar en la calle », lo que propicia a su juicio la ocupación de viviendas.
El nivel de conflictividad se ha elevado en los últimos meses de tal modo que las dos administraciones públicas competentes han analizado conjuntamente la problemática al objeto de buscar soluciones, que pasan, en opinión del regidor, por el desarrollo de programas en los que incluyan planes de acompañamiento personalizado que propicien a los menores integración y empleo.
«He de agradecer al delegado que haya mostrado su interés al respecto y que haya anunciado que se trabaja en cambios en la gestión del centro para favorecer estos objetivos», ha dicho Millán, que ha estado acompañado por la segunda teniente de alcalde, María Cantos , y los concejales de Políticas Sociales y Educación, Ángeles Díaz y Francisco Díaz , respectivamente.
«Le he ofrecido la colaboración técnica del Ayuntamiento para buscar planes que puedan crear soluciones para cada uno de ellos», ha precisado Millán, convencido de que se trata de « un problema puntual , pero que requiere de la implicación de todas las administraciones».
Los antecedentes, empero, no cuadran con la catalogació de problema puntual. El centro en una constante fuente de conflictos, según han denunciado los vecinos del barrio en el que asienta y han ratificado los trabajadores, quienes han denunciados los episodios de violencia que se generan en la infraestructura. Una de las más graves tuvo lugar hace 2 años, cuando hasta en tres ocasiones en una sola noche se necesitó la presencia de la Policía Nacional para atajar las revueltas protagonizadas por un grupo de menores, cuyo cabecilla fue detenido.