Jaén

El obispo de Jaén pide un salario universal para los trabajadores pobres y los parados

Amadeo Rodríguez Magro reclama en una carta pastoral solidaridad para paliar el efecto económico del coronavirus

Un hombre solicita ayuda en la puerta de una supermercado de Jaén Javier López

Javier López

La aprobación del salario básico universal planteada por el Papa Francisco , que garantizaría una prestación económica a los ciudadanos más desfavorecidos, es también la propuesta del obispo de Jaén, Amadeo Rodríguez Magro , para paliar la situación de pobreza generada en una parte relevante de la población por el coronavirus tras el cierre de la actividad empresarial decretado por el Gobierno para frenar la pandemia.

En una carta pastoral el obispo muestra su apoyo su apoyo a los trabajadores en el marco de la conmemoración del 1 de mayo, festividad que este año, según Rodríguez Magro, carecerá del carácter festivo y de denuncia pública que ha tenido en el pasado. «No obstante, la Iglesia, a la que nada la impide, ni siquiera el confinamiento, celebrar con la actitud interior sus fiestas, en este día tan especial para el mundo obrero, quiere hacer oír su voz en estos momentos en los que ya se ha iniciado una gran crisis económica mundial sin precedentes ».

Para el prelado, que hace hincapié en la incidencia del paro en los jóvenes, resulta evidente que la situación generada por el Covid-19 ha perjudicado al mercado de trabajo, al que afectan, ha enumerado, los expedientes de regulación temporal de empleo, los despidos , la reducción de jornada laboral y la desaparición de un elevado número de pequeñas y medianas empresas.

En este contexto, la Iglesia católica, ha añadido, exige que la solidaridad colectiva generada en repuesta al coronavirus tenga en cuenta a los más perjudicados y se adopten a favor de ellos soluciones preferenciales. «No se puede olvidar una máxima que es irrebatible: que los males que afectan a todos, les afectan el doble a los trabajadores pobres . Por eso, hemos de pedir actitudes y acciones concretas, preferenciales en justicia y solidaridad con los que, por falta de trabajo, van a caer, una vez más, en la pobreza, como sucede en épocas de crisis», ha expuesto.

En su carta pastoral obispo relaciona la defensa del trabajo con la presencia de Dios : «Como nuestra reflexión de cristianos, además de hacerla en solidaridad con nuestros hermanos trabajadores, la hacemos siempre mirando al que rige los destinos del mundo, a Dios nuestro Señor, nuestro Padre, y a su Hijo Jesucristo, le pedimos que nos ayude a regenerar la vida de nuestro mundo, con los dones del Espíritu , especialmente con el de la paz, la justicia y la solidaridad, para que todos puedan participar de los bienes que Dios creó para todos y nadie se quede fuera del reparto de lo que también es suyo».

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