Cultura
Jaén, el Macondo del Sur
Muñoz Molina, Juan Eslava y Joaquín Sabina apuntalan el boom de la literatura de la provincia

Jaén sobresale en literatura y suspende en política. La explicación más sencilla es la más cruel: para las letras se requiere talento. Lo afirma Emilio Lara , émulo del padre fundador de la nueva novela histórica en español, Juan Eslava Galán , ambos nativos de una provincia que es cuna también de Muñoz Molina , de Joaquín Sabina , de Alberto Conejero , de Jesús Maeso y de Ruiz Amezcua .
En su última novela, Volver a dónde , Antonio Muñoz Molina retorna desde el desangelado Madrid de la pandemia a su, a ratos, soleada infancia ubetense. Vuelve al afecto austero de sus padres humildes, que aman sin besuquear , rescata dolorosos recuerdos de familia, vindica literalmente la arboleda perdida y recupera el paraíso del que procede su magistral lenguaje .
La excelencia literaria es también el signo distintivo de su ilustre paisano, Joaquín Sabina, que escribe como nadie sobre ese desamor de farola de Lili Marlene que alumbran los corazones rotos . Los que recalan en sus trovas por primera vez intuyen que no acabarán bien, pero los que no paran de escucharlas han comprendido que, en el fondo, Casablanca tiene un final feliz.
De desenlaces prodigiosos sabe mucho el escritor arjonero Juan Eslava, que ganó el premio Planeta en 1987 con En busca del unicorni o, el tercer libro más vendido de la editorial, que ha despachado casi 900.000 volúmenes de la envolvente historia ficticia que relata el periplo de un grupo de aventureros para encontrar en África un remedio a la impotencia de Enrique IV .
Juan de Olid , protagonista de la novela, parte de Jaén, convertida en un personaje más en las obras de Eslava, en una nostalgia más en los escritos de Muñoz Molina, en una taquicardia más en las canciones de Sabina. ¿A qué se debe?: « A que Jaén es nuestro Macondo », contesta Lara, premio Edhasa de novela histórica. Para el autor, Jaén es casi un país dentro de una provincia.
Así lo explica: Jaén es heterogénea desde el punto de vista paisajístico, los municipios no se parecen unos a otros, el seseo cohabita con el habla castellana, el patrimonio es riquísimo y sus gentes se han forjado en la dureza de la emigración y contraponen la cultura del silencio a la de la queja . Con estos hilos enhebran grandes obras sus literatos de postín.
En las narraciones de Emilio Lara, especialmente en su última novela, Tiempos de esperanza , está inserta la marca de agua Jaén. Como lo está en La geometría del trigo , obra con la que el escritor Alberto Conejero, que ganó con ella en 2019 el premio nacional de literatura dramática, resalta el poder casi omnímodo y casi eterno de los vínculos .
Los novelistas Jesús Maeso y Salvador Compán , ambos de Úbeda, y Manuel Ruiz Amezcua, al que Fernando Fernán Gómez calificó de « poeta irremediable », se integran también con honores en el más excelso colectivo de escritores que ha tenido nunca Jaén, convertida en referente literario nacional. « Hoy no existe otro grupo semejante en Españ a », asegura Lara.
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