Jaén acusa a Carmen Calvo de «injerencia» para que el Gobierno fije en Córdoba la base logística del Ejército
La mayor plataforma ciudadana denuncia un «dedazo» de la vicepresidenta para privar a la provincia de 3.000 empleos
Franco confesó que Jaén para él era cafeína pura («Me quita el sueño»), pero lo cierto es que al final de la dictadura la provincia, falta de infraestructura e industria, no era la Barcelona del sur. A lo largo de la democracia las cosas no han cambiado en exceso en el ámbito de la discriminación, como acredita la enésima afrenta al territorio: un regate de última hora del Gobierno ha propiciado que sea Córdoba la que consiga el centro logístico del Ejército.
A fuerza de desengaños, en Jaén nadie tiene la fe del Alcoyano. Si la sociedad ha observado con cierto escepticismo la apuesta conjunta de la clase política de la provincia es porque es consciente de que esta Liga de Campeones se gana en los despachos. Y en los despachos rara vez se ha tenido en cuenta a un enclave donde se construye una autovía desde hace 25 años y de la que en un cuarto de siglo ha desaparecido el 90 % de los servicios ferroviarios.
El centro logístico del Ejercito habría generado un chute de empleo, 3.000 puestos de trabajo directos , en una provincia que cuenta con más de 51.000 parados. Nóminas que ahora se generarán en Córdoba. Lo que explica el contento de la vicepresidenta Carmen Calvo , egabrense de cuna, quien ha manifestado que la concesión abre «una ventana de esperanza» a su provincia. A costa, arguyen en Jaén, de tapiar la del territorio vecino.
La principal afectada de la decisión del Gobierno es la capital jiennense, cuyo alcalde, Julio Millán , del PSOE, ha expresado su decepción por el desprecio al proyecto para que los órganos logísticos centrales del Ejército se concentraran en su ciudad. Para Millán el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha dado la espalda a Jaén en un momento clave, dado que por una parte habría frenado la despoblación y por otra habría reducido la brecha socioeconómica entre la provincia y otros territorios.
Más dura aún ha sido la respuesta de la sociedad civil. La plataforma Jaén Merece Más, que aglutina a más de un centenar de asociaciones, ha advertido de que el rechazo del Gobierno al proyecto convierte a la provincia en un polvorín . Tanto más, añade, cuanto que llega después de que el mismo Ejecutivo haya escatimado en los presupuestos generales del Estado los 220 millones que Bruselas ha concedido a través de la Inversión Territorial Integrada.
Jaén Merece Más ha acusado a la ministra de Presidencia de « injerencia y dedazo político » para favorecer a su provincia natal y, de paso, desairar a un territorio, el jiennense, que, según la plataforma, acumula afrenta tras afrenta. Entre las que cita, por reciente, la derivada de que el tren de alta velocidad haya esquivado a Jaén para conectar con Granada a través de Málaga. Una decisión, si no contra natura, contra geometría, ya que obvia la línea recta como camino más corto .
La alusión de la plataforma a la transformación de la provincia en polvorín es una metáfora cargada de futuro si se tiene en cuenta el modo en que arrecian las movilizaciones, especialmente en Linares, donde el anuncio del cierre del centro de El Corte Inglés ha motivado que centenares de personas participen en actos de protesta. Arguyen que el cierre de la gran superficie apuntilla a una ciudad que conoció tiempos mejores.