Un incendio causado por una vela daña la talla de San Martín de Porres de un convento dominico de Jaén

Un incendio, al parecer fortuito, ha dañado la talla de madera de San Martín de Porres que se venera en el convento de las dominicas de Jaén. Las monjas han descartado que el siniestro se haya derivado de un acto vandálico. Antes al contrario, según las religiosas se ha derivado de la proximidad de una vela que había sido encendida por una persona devota del santo dominico.

La relativa frecuencia con la que imágenes católicas y objetos relacionados con la liturgia son profanadas en Jaén motivó que en principio se asociara el incendio con la intencionalidad , pero, según las fuentes consultadas por este periódico, la vela prendió en unas flores de papel que propagaron las llamas hasta la talla de madera.

Una de las monjas apagó el incendio tras alertar del mismo a la comunidad religiosa una vecina . La celeridad con que fueron extinguidas evitó daños mayores a la imagen uno de los santos dominicos más célebres.

San Martín de Porres, denominado también Fray Escoba , es reconocido por su humildad, además de por ser el primer mestizo canonizado por la Iglesia. Su biografía es la de un santo del día a día que hizo del servicio su seña de identidad. Tanto es así que, en cierta ocasión, cuando su comunidad atravesaba problemas económicos, se ofreció a ser vendido como esclavo .

Nacido en la capital de Perú, Lima, se venera en Jaén, donde hay tallas de su imagen en Villanueva del Arzobispo y en el convento de la capital donde ha tenido lugar el siniestro, que, tras la aclaración de las religiosas, ha tranqujilizado a quienes creían que había sido objeto de un acto contra los sentimientos religiosos .

Los precedentes avalan la suspicacia de los fieles. En julio del año pasado un joven defecó en el santuario de la Virgen de la Fuensanta , de Villanueva del Arzobispo, y posteriormente esparció sus heces sobre la talla del Cristo de Medinaceli . Y en febrero, el obispo de la diócesis, Amadeo Rodríguez Magro , pidió oraciones de desagravio por el robo de un viril con la hostia consagrada de la iglesia jiennense de Santa Isabel.