Clamor en Alcalá la Real contra el crimen de una «niña maravillosa»

Ella: la mejor de la clase, un trozo de pan, una niña encantadora. Él: introvertido, reservado, sin vida social. Jaula tenía 14 años y su presunto asesino 22 años . El cadáver de la menor tenía señales en el cuello cuando fue descubierto por los agentes en las proximidades de la fortaleza de la Mota de Alcalá la Real, cuyo Ayuntamiento ha decretado tres días de luto para honrar a una vecina adicta a la alegría.

«Era una maravilla de niña», cuenta Maribel, que extiende el elogio a la madre de la menor, Hakima Zeroil, cuyo abatimiento en la concentración de protesta contra el crimen desembocó en un ataque ansiedad por la pérdida de Jaula, quien, según su versión, salió ayer de su casa a las 17 horas con la intención de estudiar en la vivienda de una amiga. A las 20,30 extrañada por su ausencia alertó a la Guardia Civil.

El cuerpo de seguridad del Estado ató entonces cabos porque un poco antes un joven había llamado al 112 para informar de que había cometido un crimen en las inmediaciones de La Mota, donde aguardó la llegada de la dotación. Antes los agentes se negó a identificarse y a desvelar el lugar en el que había dejado el cadáver, que fue localizado en un espacio vallado. La hipótesis de que no la matara allí tiene cierto sentido : la niña era menuda de cuerpo y el chico mide 1,80.

«Deberían de echarle 50 años de cárcel», ha pedido Brahim, traductor magrebí afincado en Alcalá la Real, quien ha adjetivado el crimen como machista. También ha pedido justicia Hassan, un tío de la víctima que la ha descrito como un maravilloso ser humano. Leonor, una vecina, ha corroborado las bondades de la niña (tranquila y guapa), de origen marroquí, pero nacida en España, a la que vio nacer y ha cuidado en ocasiones.

Además de en la plaza del Ayuntamiento, en el instituto de educación secundaria Alfonso XI, donde cursaba estudios Jaula, de ascendencia marroquí nacida en España, se le ha hecho también un homenaje. Sus compañeros de tercero de la ESO están devastados por un crimen. Ellos han perdido a una amiga y los profesores a una de sus mejores alumnas. «Nunca sacaba menos de un ocho de nota», ha aclarado Hassan.