Coronavirus Andalucía

El obispo de Jaén dona su sueldo a Cáritas para atender las víctimas sociales del coronavirus

Amadeo Rodríguez Magro anima a los sacerdotes diocesanos a entregar su salario como gesto de generosidad

Amadeo Rodríguez Magro, durante la celebración de la misa crismal ABC

Javier López

El sueldo del obispo de Jaén, Amadeo Rodríguez Magro , será utilizado por Cáritas para asistir a las víctimas sociales del coronavirus. El prelado ha donado su salario a la organización católica y ha pedido a los sacerdotes diocesanos que hagan lo propio para que su «gesto de generosidad» redunde «en el alivio de los más pobres y necesitados» .

El obispo ha realizado esta propuesta durante la bendición de la misa crismal que ha celebrado en el seminario diocesano de Jaén, en cuyo marco ha ensalzado la capacidad solidaria de los fieles. «La situación obligada y necesaria de confinamiento en la que todos estamos, está poniendo a prueba la capacidad de todos para sacar lo mejor de nosotros mismos y ponerlo al servicio de los demás. Es maravilloso ver cómo se multiplican las iniciativas solidarias para ayudarnos unos a otros material y moralmente ».

En este sentido ha querido destacar, especialmente, la labor de los sacerdotes diocesanos, aunque les ha recordado que no son héroes, sino pastores. «Naturalmente, cumplen como todos, la responsabilidad de aislarse, para no poner en riesgo su vida y la de los demás. Pero, como sabéis muy bien, están siempre disponibles a ofreceros lo que necesitéis».

Para el prelado, los sacerdotes ofrecen de un modo especial cada día por todos los hombres y mujeres del mundo, y en especial por aquellos que tienen encomendados, «la Eucaristía, medicina de inmortalidad . Y junto a eso, todos están mostrando de un modo u otro y por todos los medios que son pastores cercanos que os dan todo lo que tienen y ponen lo mejor de sí mismos para estar a nuestro lado».

Respecto a la liturgia, Rodríguez Magro ha explicado que la misa crismal «tiene, por el conjunto de sus ritos, una fuerte impregnación eclesial». Y ha señalado que la Iglesia celebra «un sacramental de gran valor para el servicio a la fe y a la gracia del pueblo cristiano. La Iglesia renueva en esta expresiva y simbólica celebración su unción y misión en el Espíritu ».

El prelado ha expuesto que en la bendición del óleo de los enfermos y de los catecúmenos, y en la consagración del Santo Crisma, «instrumentos de la salvación de Dios en Cristo, utilizados en diversos sacramentos, la Iglesia se muestra como pueblo sacerdotal, profético y real. Son materia de los sacramentos fundamentales en la configuración, en la diversidad de servicios, del pueblo Santo de Dios ».

Monseñor Rodríguez Magro, ha recordado, además, que en esta Eucaristía, «habitualmente y en circunstancias normales, los sacerdotes renuevan y actualizan las promesas sacerdotales». Ahora, sin embargo, «no lo van a hacer de una forma presencial; ya lo haremos cuando logremos vencer al coronavirus y podamos reunirnos de nuevo para algún otro acontecimiento sacerdotal . De cualquier modo, estoy seguro de que cada sacerdote lo va a hacer desde lo más íntimo de su corazón y también estoy convencido de que quizás muchos lo hagan con una convicción especial».

Asimismo, el pastor diocesano ha querido hacer presente a la Santísima Virgen «elegida, junto a la cruz, para la maternidad de todos y le pedimos que nos dé fortaleza, confianza y esperanza en estos momentos resistencia a un enemigo común que nos amenaza. Amén».

Tras la homilía y la oración de los fieles, Rodríguez Magro ha bendecido los santos óleos y ha consagrado el santo crisma, que servirá a lo largo de todo el año para ungir a los enfermos y a los que recibirán los sacramentos del bautismo, la confirmación o del orden Sacerdotal.

Después de la comunión, el obispo ha rezado, junto a los fieles que participaban desde casa, la oración de San Alfonso María Ligorio para la comunión espiritual . Finalmente, la celebración culminaba con el rezo del Ángelus.

Los santos óleos, que se han bendecido en la Eucaristía, serán repartidos por todas las parroquias de la Diócesis de Jaén . Los 50 litros aceite han sido donados, en esta ocasión, por la almazara familiar Aceites Florencio Aguilera, ubicada en la el municipio jiennense de Alcalá la Real.

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