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Un día en el Borosa, una de las rutas naturales más bellas de España
El itinerario de 22 kilómetros alrededor del río se localiza en el parque de Cazorla, Segura y Las Villas
El aserto de Heráclito vale lo mismo para el Guadalquivir que para Cazorla: nadie se baña dos veces en el mismo río ni transita dos veces la misma montaña. La ruta del Borosa , localizada en parque natural de Cazorla, Segura y Las Villas, tiene características inmutables (la longitud, el desnivel, la belleza), pero cambia en función de los meses y ofrece siempre nuevos hallazgos a la mirada del caminante.
La ruta, que nace en la Cerrada de Elías, recala en el nacimiento del río Borosa y concluye en la laguna de Valdeazores, es una maravilla de la naturaleza andaluza que es preciso recorrer Antes de hacerlo, sin embargo, es preciso contar con fuerzas, ya que exige esfuerzo al viajero, que debe estar dispuesto a recorrer 22 kilómetros con un desnivel acumulado ascendente de 1.533 metros.
Para transitarla hay que llevar ganas y agua en todas las estaciones y ropa térmica y calzado impermeable en invierno, cuando la presencia de la lluvia incrementa la humedad y reduce la temperatura en esta ruta del mayor espacio natural protegido de España.
El recorrido se realiza en no menos de siete horas por lo tornadizo del itinerario, llano al principio, que deviene en abrupto a mitad del camino y así discurre hasta la laguna de Aguas Negras.
La mejor opción en esta época para recorrer la ruta antes de que oscurezca es bostezar temprano, desayunar fuerte y, con gorro y chubasquero, encaminarse hacia el centro de interpretación de la Torre del Vinagre . Desde él sale una carretera que enlaza con la piscifactoría, situada en el zaguán del camino.
La primera parte del recorrido se realiza por una pista forestal flanqueada por el afluente del Guadalquivir. Por esa senda, a la que acompaña el Borosa, se llega a una fuente natural. Apenas a 600 metros se encuentra el arroyo de las Truchas , un precioso regato rodeado de romerales y madroños, vegetación autóctona que cohabita con pinares de repoblación.
A los 3 kilómetros, sobre poco más o menos (la expresión es de Cela ) se atraviesa el río por el puente de los Caracolillos . Una vez pasado la empresa Turismo en Cazorla aconseja girar a la izquierda y continuar junto a la derecha del río para tomar la senda que se inicia en el vado Rosales, la entrada natural a la cerrada de Elías, uno de los parajes emblemáticos de la ruta.
Cerrada de Elías
La cerrada de Elías es un paso estrecho , una garganta natural del río, atravesada por una antigua senda de pescadores de gran riqueza geológica y vegetal, con especies únicas que habitan en los roquedales. Engrandece el paraje un boque de encinas, mientras sotobosques de durillos y olivillos motean el paisaje.
Varias pasarelas de madera adheridas a la roca permiten divisar las aguas del río y la vegetación adyacente desde diversas zonas de la cerrada. Y hacerlo, gracias al acondicionamiento, de una manera segura. Observar el cauce del Borosa desde estas plataformas es uno de los principales atractivos de la ruta.
Cascada de la Calavera
La forma de la roca desde la que cae el agua hasta el remanso explica el nombre esta cascada de la ruta del Borosa. Al magnífico paraje se llega después de alcanzar la central eléctrica, que dista 7 kilómetros del inicio del recorrido, jalonado de hermosas pozas , entre la que destaca la de la Calavera, hermana menor del salto de los Órganos.
La cascada de la Calavera tiene merecida fama entre los viajeros, que la califican como uno de lugares de mayor atractivo de la ruta del Borosa. Sobre todo en invierno y primavera, cuando el agua cae con fuerza a una poza casi circular ante los asombrados ojos del visitante.
Salto de los órganos
Cuando el caminante deje atrás la cerrada de Elías llevará sobre sus pies 4 kilómetros de ruta y sobre sus sentidos un increíble compendio de agua brava, vegetación abrumadora y limpios sonidos de bosque. Una pista forestal de lleva a la fuente de Huelga Nidillo, desde la que en subida se llega a la central eléctrica del salto de los Órganos. Para contemplar la cascada es preciso introducirse en una senda que lleva hasta ella.
El salto por el que se precipita el Borosa es una de las joyas de la ruta. Tiene una altura aproximada de 60 metros y, generalmente, un gran caudal. El Ayuntamiento de Santiago-Pontones, en cuyo término se localiza, resalta el paisaje abrupto formado por espectaculares morfologías calcáreas por las que baja el agua hasta llegar a una profunda poza.
Laguna de Valdeazores
La de Valdeazores, situada al fin del trayecto, es la única laguna natural permanente del parque. Se formó por un gran deslizamiento de tierras que obturó el arroyo de la Reina. Cerca de ella se encuentra el nacimiento del río Borosa y una presa, la de Aguas Negras, por la que se llega a este impresionante paraje a través de una vereda
En la laguna se experimenta un cambio de vegetación respecto a la que domina la ruta. Cerca de sus aguas el pino laricio campa por laderas y montañas al lado de grandes extensiones de bojes, tejos y acebos. También su fauna es rica. En Valdeazores recalan garzas, patos reales, mirlos acuáticos , cabras montés, ciervos y muflones.