Valle de las reinas
Investigadores andaluces descubren el templo con orientación astral más antiguo de Egipto
La tumba del gobernador de Elefantina se construyó orientada al solsticio de invierno en torno al 1.830 a.C.
Expertos de las Universidades de Jaén y Málaga han sido los responsables del descubrimiento en una excavación iniciada en 2008

Investigadores de la Universidad de Jaén y de Málaga han descubierto que la tumba del gobernador de la provincia de Elefantina, que se excava desde el año 2008 por investigadores andaluces dentro del proyecto que tienen asignado en la necrópolis de Qubbet el- ... Hawa, se construyó orientada al solsticio de invierno.
La datación de la tumba, en torno al año 1.830 a.C., la constituye en el monumento arquitectónico más antiguo con orientación astral hallado en Egipto, y supone una verdadera revolución, pues por primera vez demuestra que los conocimientos astrales de los egipcios eran aplicados a su arquitectura desde casi el segundo milenio antes de Cristo.
Hasta hoy, el primer monumento egipcio conocido que usaba la iluminación solar en días determinados era el famoso templo de Abu Simbel, iniciado sobre el 1.280 a.C., 550 años posterior a la tumba QH33, que, según los investigadores, al amanecer del solsticio de invierno se iluminaba de tal forma que la luz cubriría por completo el lugar donde se ubicaría la estatua del gobernador.
Los investigadores Antonio Mozas y Lola Joyanes explican que «la tumba, orientada al amanecer del solsticio de invierno y al ocaso del solsticio de verano, registraba perfectamente el ciclo completo del sol, relacionado con la idea de renacimiento«.

Para llegar a esta conclusión, los investigadores han hecho uso de un software específico (Dialux Evo), que reproduce la posición del sol con respecto al horizonte en épocas más antiguas, pues la posición relativa de los astros ha variado en estos más de 3.500 años.
«Esta tumba no será un hecho aislado. Estamos seguros de que descubriremos más monumentos funerarios como este, lo que demostrará que los egipcios tenían un perfecto conocimiento del movimiento de los astros y de la iluminación solar en función de la época del año. Un saber asombroso«, asegura Alejandro Jiménez, egiptólogo de la Universidad de Jaén y director de las excavaciones de Qubbet el-Hawa.
El propio Antonio Mozas fue el encargado de recrear en tres dimensiones esta tumba y otras cercanas, lo que ha permitido tener un conocimiento exacto del lugar, en el que ha puesto su saber la experta en arquitectura de la Universidad de Málaga Lola Joyanes. Ambos firman el artículo que demuestra el increíble saber de los antiguos egipcios sobre los ciclos solares.
Pero estas construcciones no eran un alarde de conocimiento, tenían una explicación simbólica. «Mientras el solsticio de invierno suponía el comienzo suponía el inicio de la victoria de la luz del sol frente a la oscuridad, el solsticio de verano generalmente coincidía con el inicio de la inundación anual del Nilo, de tal forma que ambos acontecimientos tenían un importante simbolismo con la resurrección del gobernador difunto«, afirma el artículo.
los investigadores explican que, para conseguir la perfección en la orientación, el arquitecto egipcio simplemente se sirvió de una vara de dos codos (poco más de un metro) una escuadra y unas cuerdas, con los que pudo calcular perfectamente la orientación de la capilla funeraria y la situación de la estatua del gobernador. Del mismo modo, el arquitecto egipcio no sólo consiguió la perfecta orientación, sino que también diseñó su volumen con la enorme precisión con la que luego fue ejecutada la tumba.

La tumba se hallaba en un magnífico estado de conservación cuando comenzó a excavarse en 2008, lo cual no quiere decir que no sufriera los avatares del tiempo. Por eso no queda claro si la estatua del gobernador Heqaib III nunca llegó a situarse en el lugar reservado para ello por su pronta muerte o fue destruida o robada. Se tiene constancia de que la tumba sufrió un incendio en el Siglo V de nuestra era, seguramente causado por salteadores de tumbas. En el mismo desapareció gran parte de la decoración con jeroglíficos.
La técnica usada en la tumba QH33 ya está siendo usada en otros enterramientos de la necrópolis con «resultados sorprendentes«, asegura Alejandro Jiménez. Existen unas cien tumbas en la zona y Jiménez sostiene que esto puede ser solo »la punta del iceberg«. Comenzaremos a saber en febrero o marzo del 23, cuando se lleve a cabo una nueva campaña en la necrópolis egipcia gracias a arqueólogos andaluces.
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