Desaparecidos
La Guardia Civil saca la caballería para buscar al jornalero desaparecido en Villacarrillo
La UCO está al frente de un nuevo despliegue para buscar pistas en varios puntos, comenzando por el cauce de un arroyo
«Fue a pedirle dinero al jefe y no volvió; mi hermano está muerto»
La misteriosa desaparición de dos jornaleros cuando iban a abandonar su trabajo en un olivar de Jaén
La Guardia Civil ha vuelto a la carga esta semana para encontrar al jornalero africano desaparecido en Villacarrillo (Jaén). En esta ocasión, según fuentes consultadas por ABC, se van a rastrear varios puntos concretos señalados, donde se cree que se pueden hallar pistas que puedan dar con el paradero de Ibrahima Diouf, desaparecido desde el 5 de enero de 2021 es este municipio en olivares del norte de la provincia andaluza. En los primeros días de rastreo se está inspeccionando con minuciosidad el cauce y las inmediaciones de un arroyo.
Las fuentes explican que en esta ocasión se ha usado a la caballería de la Guardia Civil por las complicaciones del terreno, además se ha desplegado a la Grupo de Reserva y Seguridad (GRS) para hacer una rastreo a pie de la zona y se han desplazado los guías caninos con los perros especializados en la búsqueda de restos humanos para trata de hallar algún vestigio que les ayude a resolver el caso.
La búsqueda también está siendo monitorizada desde aire por un helicóptero de la Guardia Civil, mientras los equipos de investigación del grupo de desaparecidos de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil siguen recabando pruebas. Este es el último intento que ha aprobado el Juzgado de Instrucción 1 de Villacarrillo en la búsqueda del jornalero desaparecido. «Si no hay nada, se seguirá investigando hasta que se resuelva«, afirmar las fuentes.
No es la primera vez que se aprueban este tipo de pesquisas por parte del Juzgado, en base a los indicios que van surgiendo de la investigación. El pasado diciembre es la última vez que la Guardia Civil se desplegó para buscar a Ibrahima. Los agentes tuvieron que pedir apoyo de maquinaria pesada para mover todos los residuos y acceder a unos antiguos túneles ferroviarios de las vías del tren que unía en otro tiempo Baeza y Utiel.
Antes de esta búsqueda en los viejos túneles y galerías del tren, todas las diligencias se centraron en propiedades y los entornos más cercanos del patrón de este jornalero. La Guardia Civil ya revisó el lugar donde tenía alojados a sus trabajadores. Los buzos, montañeros, perros y hasta el georradar rastreó una parcela con un pozo anexa a unas casas. Ahí se comprobó que el desaparecido había vivido allí. El espacio estaba contaminado, porque habían entrado al lugar hasta okupas y las muestras no eran concluyentes.
Los agentes han inspeccionado desde pozos en el lugar donde vivían los jornaleros a olivares y antiguos túneles ferroviarios
Después de esos primeros registros, que levantaron un gran revuelo en el pueblo, se revisó también una finca de olivos en Villanueva del Arzobispo, para luego dirigir las pesquisas hacia unas piscinas naturales en Mogón. No hubo resultados, pero se siguió buscando. Los agentes revisaron otro olivar este patrón, que quedó precintada. La principal hipótesis, como explicó el hermano del jornalero a ABC, es que el patrón lo mató y se deshizo del cadáver.
Por esto, aunque el empresario no ha sido detenido en ningún momento, se llegó a registrar incluso su domicilio. «Son zonas que hay que ver. No se puede pasar nada por alto», aseguraron los agentes después de aquellos registros. Ahora se vuelve a la carga, con este olivarero en el centro de todas las sospechas, en parte porque no es primero jornalero que desaparece bajo su mando y tras una discusión.
Tidiany Coulibaly, otro jornalero africano que trabajaba con este patrón, también desapareció en 2013. Según los compañeros del desaparecido fue a hablar con el dueño del olivar dónde trabajaban para pedir mejores condicione labores. Según este relato, esta fue la última vez que se le vio. El empresario fue detenido entonces por la desaparición e, incluso, acusado de asesinato. Sin embargo, salió absuelto. Sólo se le condenó por delitos menores a algo más de dos de prisión.
Criminalística está buscando vestigios en una baldosas en la que una testigo dice que vio un charco de sangre
Aquel caso tiene paralelismos con el de Ibrahima, por eso desde un principio se apuntó otra vez al empresario como centro de las sospechas. Ibrahima también discutió con el empresario agrícola antes de desaparecer. Las dos denuncias, con ocho años de diferencia, explican que la última persona que los vio con vida fue el patrón. El hermano de Ibrahima aseguró a ABC que fue a pedirle dinero para coger el autobús a Huelva, dónde había encontrado otro trabajo.
En este tiempo, la UCO no ha parado de recabar pruebas y testimonios, que llevan a indicios. Uno de ellos es el de una señora del pueblo, quien dice haber visto un charco de sangre que podía ser del jornalero. Hace unos meses, los agentes se llevaron unas baldosas del lugar donde la mujer indicó que vio la sangre. Los servicios de Criminalística de están analizando esos trozos de suelo en busca de algún vestigio que arroje luz a lo sucedido.
Además, los agentes tienen la certeza de que en el tiempo en el que desapareció el jornalero el empresario compró dos 'mantillas' –lonas para coger la aceituna–. El vendedor se lo ha confirmado y ese otro de los indicios que manejan los investigadores del caso, que hasta el momento no han podido dar con el paradero de ninguno de los dos jornaleros desaparecidos en Villacarrillo.