INCENDIOS FORESTALES

La Junta no variará ni un ápice la gestión de los montes públicos

Hace oídos sordos a las organizaciones agrarias que piden que, como medida preventiva contra los incendios, se vuelvan a permitir las labores de explotación del bosque

La Junta no variará ni un ápice la gestión de los montes públicos ABC

ANTONIO AGUDO

El voraz incendio que se declaró el pasado 5 de julio en Quesada aún no ha sido extinguido . Los retenes del Infoca siguen manteniendo la vigilancia y la aplicación de trabajos de extinción para un siniestro que ha arrasado más de 10.000 hectáreas. Se trata del peor desastre forestal de los últimos 15 años en la provincia de Jaén y ha generado, no pocas dudas sobre lo adecuado de la política forestal que la Junta está llevando a cabo. Asaja ha pedido un cambio urgente de la gestión de la masa forestal de la provincia para evitar, a su juicio, que grandes incendios asolen miles y miles de hectáreas como ha sucedido en el este de la provincia.

Para el portavoz de Asaja en Jaén. Luís Carlos Valero está claro que «el primer interesado en que no ardiera el monte tradicionalmente era el propio vecino del municipio, porque si se quemaba el monte, además del perjuicio ambiental, sufría una grave merma económica». Está política, siempre según Valero, de «extremo ecologismo» se ha traducido en una falta de inversión y abandono que, no sólo ha despoblado los montes, desperdiciando el importante potencial y económico que en él guardan, sino que tampoco los ha protegido.

Asaja recordó que incendios como el de la Sierra de Cazorla y Segura de 2005 o como el grave fuego de Quesada, Huesa y Larva, «que aún humea y que es el mayor incendio en Andalucía en lo que va de siglo (el sexto en toda España en lo que va de periodo ) son la prueba de que el monte, abandonado, despoblado y cargado de materia ignífuga es la peor solución de las posibles para su conservación».

Como medidas preventivas desde la organización agraria proponen un modelo de explotación sostenible y controlado de los montes jienenses (y andaluces) que permita la recuperación de la actividad silvopastoril, creando así una fuente de riqueza y empleo en nuestros pueblos al mismo tiempo que se convierte en la mejor protección y forma de conservación de la masa forestal.

Se creará de esta forma una profesión reglada, la profesión silvopastoril, que cuente con su propia formación y ofrezca garantías económicas y sociales al que opte por este camino profesional. Para ello plantean el arrendamiento, por sectores de unas 400 hectáreas cada uno , de las 290.000 hectáreas de montes de titularidad pública por periodos no inferiores a los 25 años.

De lo que se trata es de recuperar una actividad perdida hace más de cincuenta años «que rentabilizaba el monte con la venta, especialmente de maderas, y logrando de este modo que se establezcan en el lugar aserradoras y todo lo que acarrea alrededor de esta transformación, junto con labores de ganadería extensiva, caza, leña, recolección de líquenes, piñas, resinas, setas y hongos … Así, se consigue crear una economía local como ya se hace en otros territorios».

Sin embargo desde la Junta de Andalucía esta propuesta se descartó de plano y frontalmente porque, « no tiene ni pies ni cabeza» y demuestra el «desconocimiento que Asaja tiene de la realidad de la provincia» y mantienen que en la zona quemada en Quesada ya se habían invertido casi dos millones de euros en tareas de prevención. Aún así invitan a Asaja a la visita que hará el consejero de Medio Ambiente, este viernes, a la zona donde explicará, con todo lujo de detalles, lo ocurrido.

La Junta no variará ni un ápice la gestión de los montes públicos

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