Entrevista
Venida de la Virgen del Rocío 2019: «He tenido mis dudas sobre el color, pero algo dentro de mí me decía que no me equivocaba»
La Virgen del Rocío luce desde ayer un traje íntegramente elaborado en el taller del diseñador almonteño José Manuel Vega, conocido en el mundo de la moda como Mamé de la Vega
Aunque la efeméride del Centenario de la Coronación Canónica de la Virgen del Rocío culminó oficialmente el pasado 8 de junio, los ecos de tan señalada conmemoración van a envolver a la Patrona de Almonte en su camino a la villa. Será el próximo 19 de agosto y en su traslado, la Pastora – y su Niño- recordarán en muchos detalles a aquellas jornadas históricas de hace 100 años. El Pastorcito Divino viajará vestido de Rey , como lo hizo entonces, y la Blanca Paloma luce un sombrero como el que llevaba a principios del siglo XX completando una imagen transformada que ha impresionado a sus devotos, como ocurriera cuando en 1919 cambió el dorado de sus tradicionales ropajes por un burdeos que fue una revolución. El diseñador almonteño Mamé de la Vega, nieto, hijo, sobrino y hermano de camaristas , ha sido el encargado de idear un conjunto que ya forma parte de la historia de la devoción rociera.
¿Desde cuándo tiene su familia la responsabilidad de vestir a la Virgen del Rocío?
Son ya muchas generaciones. Yo, desde que tengo uso de razón, he estado siempre con mi abuela y con mi tía y mi madre, acompañándolas mientras ellas visten a la Virgen.
-¿Cuándo recibe el encargo de realizar el traje?
El encargo lo recibí cuando la Virgen estaba a punto de irse para El Rocío en 2013. Una familia almonteña había recibido una gracia de la Virgen, se sentía en deuda con ella y quería regalarle una saya nueva para la ida hacia El Rocío. Pero entonces estaba muy cercano al Traslado de la Virgen hacia la aldea, por lo que no había tiempo y todo se aplazó para la siguiente Venida. Durante estos siete años hemos estado en constante contacto con esta familia hasta que apareció el manto que hoy es la saya que luce la Virgen en su nuevo traje de Pastora. Yo me lo traje al taller, sin saber ni siquiera que iba a hacer con él, pero Ella lo ha ido poniendo todo en el camino para que todo haya ido saliendo.
¿Cómo es eso de que encontrasteis el manto?
La saya que luce la Virgen en este momento está confeccionada con piezas de un manto que llevó en el siglo XVIII, un espolín de seda y oro. Estaba muy deteriorado, pero hemos podido aprovechar las mejores piezas que, ensambladas y enriquecidas, forman lo que hoy es la saya. El manto aparece en un baúl en el Santuario. Hasta 2011 nadie se había percatado de su existencia, pero por las características del tejido, y por análisis que se han realizado a algunas muestras, se ha podido datar que es de esa fecha.
¿Cuándo se empezó a confeccionar el traje de Pastora de esta Venida?
Se empieza a confeccionar en diciembre de 2018 y hemos llegado al final con ciertas dificultades, porque es una pieza muy compleja y contábamos con muy poco tiempo, aunque personalmente estoy muy satisfecho con el resultado.
¿Ha participado mucha gente a la hora de sufragar los gastos del terno?
Ha participado mucha gente de Almonte. Yo pienso que ha sido la Virgen, en una fecha tan señalada, la que ha querido que fueran los almonteños los que sufragaran todos los gastos del conjunto completo.
¿Y en el proceso de elaboración?
Bordando hemos sido dos personas. Pegando lentejuelas y en otras tareas han participado una veintena, de forma absolutamente voluntaria. Gente que llamaba a la puerta y ofrecía su tiempo y su dedicación desinteresadamente para ayudar en la confección del traje.
¿Cuál ha sido tu método de trabajo para un proyecto tan singular como éste?
Primero configuro la imagen en mi cabeza. Son muchas imágenes que al principio voy llevando al papel, dibujándolas, y poco a poco voy dándole forma hasta que realmente veo que todo encaja. Esos bocetos se presentan a la Junta de Gobierno de la Hermandad Matriz y una vez que se da el visto bueno es cuando realmente empezamos a elaborar el proyecto. Empezamos a mirar los tejidos y todos los elementos que en este momento luce la Virgen, después de una selección.
¿De todas las novedades de este nuevo terno, cuál es el rasgo que destacarías?
Destaco sobre todo el color de la esclavina. El cambio es bastante importante, porque no estamos acostumbrados a ver a la Virgen de Pastora con los colores que luce. Imagino que hace cien años, cuando estrenó su primera esclavina, la gente debió quedarse sorprendida al ver ese color burdeos en terciopelo, algo completamente nuevo, puesto que la Virgen siempre había lucido hasta entonces en tonos de oro. He querido, con este nuevo color, provocar en la gente la misma sensación que pudieron sentir hace cien años nuestros antepasados.
¿Por qué el rosa empolvado?
Todo surge con el hallazgo de ese antiguo manto, en el que destacaban el color burdeos o vino tinto, que ha sido el escogido para el manto, pero también el azul y el rosa. Entonces me puse manos a la obra para buscar un terciopelo en seda en ese tono de color, el rosa empolvado, y no aparecía por ningún sitio, por lo que al final decidí teñirlo yo con un buen resultado. La seda del manto se ha teñido en Milán, por uno de los últimos tintoreros de esta ciudad. Curiosamente acababa de jubilarse y ha vuelto a trabajar para teñir el manto de la Virgen para que así fuera éste el último de sus proyectos.
¿Ha dudado en algún momento en la elección por atrevida?
He tenido mis dudas, pero dentro tenía algo que me decía que siguiera adelante, que no me equivocaba y creo, por lo que me llega de los almonteños y muchos rocieros en estas primeras horas, que estaba en lo cierto, que el conjunto ha gustado a mucha gente. Estamos acostumbrados a ver la imagen de la Virgen del Rocío de Pastora en tonos oscuros, por eso ahora resalta tanto su belleza, porque se ha rodeado de tonos claros, lo que nos devuelve una imagen más rejuvenecida. El toque del sombrero le da un aspecto diferente también, con los tonos celestes y el encaje de oro. El sombrero es como el de hace cien años, de copa alta y con el diseño he intentado proyectar la misma imagen de entonces, por eso tiene una lazada estrecha. Se ve poco tejido, en este caso terciopelo azul que va rodeado de encaje, no como en los últimos traslados en los que la hemos visto con una lazada más ancha.
También destaca el color de las flores.
Los que más destacan son los tulipanes y lirios que están hechos en talco esmaltado. En el sombrero, la Virgen lleva las flores que va a encontrar en su camino hacia Almonte: eucalipto seco, espigas, las semillas de cardo borriquero y otras muchas.
¿Lo más complicado?
Trabajar con el manto del siglo XVIII para convertirlo en saya, porque se trata de un material muy delicado. Encontramos el tejido muy deteriorado y sucio, tuvimos que limpiarlo y darle un tratamiento para que se quedara más asentado, porque tenía todos los hilos de oro suelto. Un trabajo muy laborioso al que se le ha dedicado mucho tiempo. Hemos intentado enriquecer los dibujos y resaltarlos con lentejuelas, canutillo de oro y piedras naturales.
Seguro que en estos meses de trabajo habréis atesorado alguna anécdota...
Una muy bonita: a la persona que ha estado constantemente bordando conmigo se le puso su hijo enfermo. Tuvieron que hacerle dos operaciones, así que me pidió un bastidor pequeño para seguir haciendo piezas en el hospital. Las piezas que lleva la Virgen en el cuello de la esclavina se han bordado durante las noches en el Hospital Infanta Elena de Huelva. mientras esta persona cuidaba de su hijo.
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