ROCÍO JUBILAR

Triana atiende a la llamada de la Blanca Paloma

Las peregrinaciones extraordinarias del último domingo de enero se celebran con júbilo tras los inconvenientes provocados por la lluvia en los días anteriores

El Simpecado de Triana en su entrada a la Parroquia de la Asunción Miguel A. Jiménez

Miguel A. Jiménez

El domingo amaneció cubierto de una niebla que presagiaba que el sol haría acto de aparición justo a tiempo para recibir en Almont e a las hermandades de Villanueva del Ariscal, Triana, Pilas y Gibraleón , que por fin han podido celebrar con el mayor júbilo sus peregrinaciones extraordinarias.

Los cohetes y los tamboriles anunciaban la llegada de la primera de ellas, Villanueva del Arisc al, que celebraba su misa puntual a las 10 de la mañana llegada directamente desde su localidad, ya que, al igual que Triana , se veía obligada a anunciar la suspensión de su peregrinación preparatoria prevista para ayer sábado a causa de las inclemencias meteorológicas.

Con una invitación a tratar como hermanos a todos los miembros de las distintas Iglesias comenzaba su eucaristía, un mensaje al que también hacía referencia el director espiritual de la Hermandad del Rocío de Triana, Manuel Sánchez , al recordar durante su homilía la celebración del octavario de oración por la unidad de los cristianos y llamar a todos los hermanos de la institución sevillana a ser «agradecidos en esta celebración».

Una celebración que finalmente se ha llevado a cabo sin más inconvenientes y en una iglesia absolutamente abarrotada de fieles que no querían perderse esta peregrinación por ser, además, en año de Venida, en la Parroquia de la Asunción de Almo nte. Si la lluvia invadía de un espíritu de desazón la jornada del sábado, en el domingo de encuentro con la Virgen del Rocío Triana ha recuperado el brillo mientras Sánchez llamaba a reflexionar acerca de la lección que había supuesto el contratiempo del día anterior ya que, aunque «la lluvia impidió el camino hasta El Rocío, no impide un camino interior». «No sé si hicimos ese camino o pasamos el día pensando en que se nos había fastidiado el fin de semana», preguntó.

Sea como fuere, la hermandad trianera atendió puntual a la llamada que el director espiritual conectó con el himno del Centenario de la Coronación Canónica de la Virgen del Rocío compuesto por Rafael González Serna . «Todo comienza con una llamada a la conversión», una invitación a «seguir el camino del Evangelio», que supone siempre una renuncia, «pero comencemos a seguir a nuestro Señor, no importa que te caigas, levántate». Y en ese camino, la Virgen del Rocío como «refugio», a la que Triana, enormemente vinculada con su advocación mariana, «sólo sabe cantarte con el corazón».

Al bullicio de la misa de Triana, que tardó en abandonar el templo, ha seguido la de Pilas , que comenzaba ya pasadas las 12:20 de mediodía, con una petición a la Blanca Paloma para que sea «nuestra luz y guía en esta peregrinación de la vida». Más recogida que la anterior, al igual que la eucaristía de la única hermandad onubense de la jornada, Gibraleón , que cerraba la tanda de peregrinaciones sin poder contener los vivas a la Virgen del Rocío hasta el punto de tener que llamar al orden el párroco de Almonte, Francisco Jesús Martín Sirgo , que por otro lado despedía a la hermandad confesando su cariño por el municipio olontense.

Tras las misas, las hermandades se han desplazado a la aldea para celebrar una jornada de convivencia .

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