Trece años de cárcel por abusar de la hija de su pareja durante más de una década

El hombre amenazaba a la menor, que tiene un retraso mental leve, con matarla a ella o a la madre si le delataba

ABC

La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Huelva ha condenado a trece años y seis meses de cárcel a un hombre por abusar durante años de la hija de su pareja sentimental, menor de edad, a la que además, deberá de indemnizar con 60.000 euros .

El fallo judicial, al que ha tenido acceso Efe, considera a esta persona responsable de un delito continuado de agresión sexual , y le impone además de la pena de prisión la medida de libertad vigilada, que se ejecutara con posterioridad a la pena privativa de libertad por un periodo de ocho años .

También le prohíbe comunicarse por cualquier medio y aproximarse a menos de 200 metros a la víctima durante 18 años.

Se considera probado que en 1999 el hombre comenzó una relación sentimental con una mujer y ambos empezaron a vivir juntos en una aldea de la provincia de Huelva, en compañía de la hija de ésta, quien tiene reconocida por la Consejería de Salud y Bienestar Social de la Junta de Andalucía una minusvalía por un grado de discapacidad del 65 %, propiciada por un retraso mental ligero.

Aproximadamente en 2005, cuando la menor contaba con 12 años , el procesado, con ánimo de satisfacer sus deseos libidinosos, y aprovechando la ventaja que le reportaba el estatus familiar, comenzó a mantener la menor relaciones consistentes en tocamientos en los pechos y la zona genital, obligándola, en ocasiones a que le masturbara.

Cuando la menor cumplió los 14 años el procesado comenzó a obligarla a mantener relaciones sexuales, pese a la negativa de ésta, utilizando la primera vez para ello la fuerza física sujetándole los brazos, empujándola para vencer su resistencia, consiguiendo de este modo penetrarla vaginalmente.

A partir de entonces las penetraciones se repetían cada cuatro o cinco días en diversos sitios: cuando iban en el coche paraba en un carril, en un gallinero que tenían en la aldea, y fundamentalmente en el domicilio familiar que ocupaban, aprovechando unas veces, cuando la madre salía del domicilio, y otras veces cuando se quedaba dormida conminándola con que la mataría a ella o a su madre, y con hacerle a su hermana lo que le hacía a ella, si no accedía.

Esta situación se mantuvo hasta agosto de 2011 , en que la madre de la menor rompió sus relaciones con el procesado, y como consecuencia de estos hechos la víctima padece diversos trastornos .

La sentencia de la Audiencia Provincial ya es firme, después de que el Tribunal Supremo haya desestimado el recurso de casación que contra la misma presentó el acusado

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