Doble Crimen de Almonte
Toxicología constata la presencia de ADN del acusado del crimen de Almonte en tres toallas sin concretar su procedencia
Los expertos destacan la «buena calidad» de las muestras analizadas y que no se trata de un hallazgo ocasional
Turno en la Audiencia Provincial de Huelva, en el juicio que se sigue por los asesinatos de Miguel Ángel Domínguez y su hija María en abril de 2013, para los expertos que hallaron el ADN del acusado , Francisco Javier M.R. en tres toallas de la vivienda, descubrimiento que llevó a su detención a los 14 meses de los crímenes perpetrados en Almonte.
Tres facultativos del Instituto Nacional de Toxicología (INT) han constatado en sala que la presencia de restos celulares del acusado en las toallas referidas (recogidas de dos baños de la vivienda en la segunda inspección ocular que hicieron los investigadores) y han afirmado que «son compatibles con un contacto primario aunque no se puede descartar que fueran depositadas por transferencia indirecta», posibilidad que – han indicado- «habría que analizar teniendo en cuenta otros factores».
En todo caso, han indicado que los restos celulares hallados no son producto de una transferencia puntual aunque no pueden establecer el mecanismo de transferencia, cómo llegaron a las toallas.
Los facultativos han destacado la «buena calidad» del ADN hallado por el departamento en las toallas. «Se veían perfiles completos, no degradados, aunque no certeza de la procedencia del mismo, se trata de muestras claras y reproducibles, no de un hallazgo puntual».
En una de las muestras de las toallas analizadas los expertos constataron una contribución de restos del acusado muy alta, siendo cinco veces más altos los picos compatibles con el presunto autor de los crímenes que con el de Miguel Ángel, ha concretado uno de los facultativos.
Los expertos han incidido que existen factores y condiciones adversas que «pueden degradar los restos , como la elevada humedad, en tanto que «rompen la cadena de ADN y si existen fragmentos roto, no se puede obtener».
A preguntas del fiscal sobre los efectos que un lavado de las toallas pudiera tener para la obtención de algún tipo de resto en las mismas, en relación con la declaración que hizo Marianela (afirmó en sala que las había dejado lavadas y colocadas unas dos semanas antes de los crímenes), los facultativos del INT han afirmado que «la posibilidad de haber encontrado ADN disminuye unas 1.000 veces respecto a su no hubieran sido lavadas», destacando además la importancia del uso de lejía.
Los expertos analizaron en la instrucción de la causa 179 muestras , de las que 95 se encontraban en 20 piezas de convicción –la mayoría de estas tomadas de la escena del crimen- de las que 16 se recogieron en los baños, la cocina y los dormitorios de la casa, así como otras dos de la ropa que llevaba la niña y otras en unas zapatillas del acusado.
Las muestras, remitidas por la Guardia Civil o por vía judicial acompañadas de documentación (oficios judiciales o informes forenses o de los investigadores), garantizando así la cadena de custodia de las mimas, han asegurado.
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