Prisiones

Sindicatos avisan que los internos del CIS de Huelva disponen de ordenadores y medicación sin control

La organización Acaip-UGT sostiene que la nueva normativa desemboca en «una merma en la seguridad y en la integridad física de internos y trabajadores»

Internos en un Centro de Inserción Social Valerio Merino

M. R. Font

El sindicato penitenciario Acaip-Ugt ha avisado que la nueva instrucción de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias sobre el protocolo de seguridad en los Centros de Inserción Social (CIS) permite a los internos el uso de móviles, ordenadores, dinero y medicamentos en las mismas instalaciones sin control alguno por parte de Prisiones.

Según la organización, esta normativa ya en vigor en CIS David Beltrán de Huelva - con capacidad para 150 internos- supone «una vuelta de tuerca más» para los profesionales penitenciarios que trabajan en el medio abierto, cuyo fin era asumir el tramo final de la condena de los internos en semilibertad y, sin embargo, en los diez últimos años han indo asumiendo nuevas funciones , desde los trabajos en beneficio de la comunidad, el seguimiento de medidas de alejamiento (pulseras), programas de educación vial o sexual, « sin medios y en muchos casos de forma autodidacta por falta de formación por parte de la Administración».

« Ni el centro ni la plantilla están preparadas para asumir las directrices de seguridad y funcionamiento que está se está implementando», ha advertido el sindicato - que hace extensible el problema a la totalidad de los CIS- para arremeter contra «la política de hechos consumados» de Instituciones Penitenciarias por transformar unos centros con plantilla e infraestructuras pensadas para internos en tercer grado, trabajando en el exterior y acudiendo al centro sólo a dormir, en «pequeños centros penitenciarios» al admitir el ingreso de cualquier penado con hasta cinco años de condena en ellos. «El resultado no es otro que una merma en la seguridad y la integridad física de internos y trabajadores».

Acaip-UGT ha explicado que la Instrucción de Prisiones, dependiente del Ministerio de Interior que dirige Fernando Grande-Marlaska , se fundamenta en familiarizar y normalizar a los internos con las nuevas tecnologías, pero ha considerado que «obvia la realidad en la que tiene que aplicarse y la conducta delictiva de las personas que van a poder utilizar estos medios».

«Es más, parece que las nuevas formas delictivas que se dan con las nuevas tecnologías, como el ciberacoso a las víctimas de violencia de género, estafas, delitos en el ámbito sexual o usurpación de personalidad no pudiesen ocurrir de puertas para dentro , aunque no existan medios ni personal para evitarlos», al tiempo que ha señalado que los funcionarios de prisiones también «estarán indefensos» ante la divulgación de su imagen durante sus horas de trabajo.

La situación es similar, según la organización, con los medicamentos en tanto que no hay personal médico en los CIS, de manera que circularán libremente por los centros de inserción social con idéntico control.

«Los funcionarios de prisiones somos los primeros en asumir que se debe establecer un vínculo de confianza con el interno que accede al tercer grado, paso previo a su reingreso en la sociedad, pero acceder a este grado implicaba unos compromisos por parte del interno y un conocimiento de este por los profesionales, que ahora no va a ser posible al tener que convivir con internos cuyas condenas de hasta cinco años les permiten pagar su pena en un CIS pero sin poder acceder al exterior».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación