INFRAESTRUCTURAS
El Rocío recela de las rotondas
Con los nuevos accesos, la aldea almonteña pasará a tener tres entradas, pero la solución no convence del todo a vecinos y empresarios
Tratar los problemas de movilidad y seguridad en la A-483, vía que une la autopista Sevilla-Huelva con Almonte, El Rocío y Matalascañas ha sido siempre controvertido. La combinación de la histórica escasez presupuestaria en infraestructuras en la provincia de Huelva, el oportunismo político y la necesidad de mejorar la fluidez del tráfico de una de las carreteras con mayor índice de siniestralidad de Andalucía, se unen a la necesaria protección medioambiental que un entorno como el Espacio Natural de Doñana necesita.
La Junta de Andalucía decide en la década de los noventa incluir esta infraestructura en el denominado Plan Más Cerca para actuar en este punto especialmente conflictivo en dos períodos del año: la Romería del Rocío en primavera con la asistencia de cientos de miles de personas y el verano en Matalascañas, con una población flotante que triplica el tráfico en la vía y provoca retenciones kilométricas.
El desdoble proyectado entonces termina en Almonte para cumplir con la normativa europea medioambiental al coincidir el trazado con uno de los límites de la zona de máxima protección de Doñana. Con el propósito de mejorar la accesibilidad a la aldea, la Junta construye en 2011 un kilómetro de circunvalación. La inversión de 12 millones de euros, mejoraba aparentemente la circulación pero a El Rocio solo se puede llegar ahora por un único acceso tras superar tres rotondas. La obra incluía cegar la tradicional travesía de la localidad con sus magníficas vistas del santuario y la marisma, y demoler el llamado puente de la Canaliega, una exigencia recogida en el nuevo plan de desarrollo urbanístico del entorno de Doñana y que permitió captar fondos europeos para construir la variante.
Esta es la clave para que empresarios y vecinos de El Rocío recelen del proyecto que anuncia ahora la Junta para enmendar los problemas generados por la variante y ampliar a tres los accesos a la aldea. Se trata de construir una rotonda de entrada al acceso norte, —más cercano a Almonte—y una nueva entrada desde Matalañanas al sur.
Los recelos no se ecuentran en este aspecto sino en la eliminación de la antigua travesía que supone un perjuicio económico y turístico para los empresarios y comerciantes de El Rocío, según el presidente de la Cepyme, de Almonte, Pedro Roldán, que como el resto de colectivos afectados reivindica que se mantenga el puente. Una actuación que defiende el propio Ayuntamiento de Almonte, que gobierna la socialista Rocío Espinosa,
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