Pepe el Marismeño abre su polémico chiringuito en Punta Umbría con quejas por ruido
El Ayuntamiento le da licencia como establecimiento de comidas y bebidas y los vecinos denuncian que pone música

El chiringuito del artista y empresario Pepe «El Marismeño» ha abierto sus puertas en Punta Umbría entre quejas vecinales por exceso de ruido . El pasado viernes, la alcaldesa de esta localidad onubense, Aurora Águedo (PSOE) concedió a Tanajale S.L, la empresa de la que es socio El Marismeño, la licencia municipal de instalación y apertura al «Uno Beach Club» como «establecimiento expendedor de comidas y bebidas» a pesar de las dudas legales que rodean esta instalación.
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El secretario de la Asociación de Vecinos de La Canaleta, Francisco Esquivias, aseguró a ABC que varios vecinos llamaron a la Policía Local y a la Guardia Civil la madrugada del pasado sábado quejándose de que la música sobrepasaba los decibelios permitidos. Esquivias hizo notar que el chiringuito «no tiene licencia como bar de música» porque la Ley de Costas prohíbe este tipo de instalaciones.
Tanto los vecinos como Unidos por Punta Umbría quieren impugnar el permiso municipal
Tanto los vecinos como Unidos por Punta Umbría (UPU) tienen intención de impugnar el permiso municipal . En su interior se estaba celebrando el convite con motivo de unas bodas de plata que ofició una concejala del PP en Punta Umbría, amiga de la pareja.
Pepe «El Marismeño», por su parte, afirma que «no ha habido ninguna queja de vecinos», si bien admite que « la Policía ha estado pasando por la zona », como suele ser habitual. «Nosotors estamos tranquilos porque sabíamos que no iba tener ningún problema», señaló el empresario. Atribuye las críticas de los detractores del negocio a la falta de conocimiento.
La gente «critica una obra. Y hasta la catedral de Burgos era fea en obras », dijo en agosto, saliendo al paso de las acusaciones a su proyecto. «Yo me presenté a un concurso público con otras nueve empresas y lo gané. De permisos no hay ningún problema», explicó entonces.
Los vecinos no lo ven así. Argumentan que se incumplen algunos artículos de la Ley de Costas y además, la propia construcción «atenta contra el medio natural ya que está completamente cimentado en hormigón» y construido con vigas de hierro. Además, en la misma zona de la Canaleta, el Paseo final de Almirante Pérez de Guzmán, existe desde hace quince años chiringuito a sólo ocho metros de distancia.
En mayo, el Seprona ordenó la paralización de las obras ante el Ayuntamiento de Punta Umbría . Tras visitar las obras, detectaran un desfase de alrededor de 15 metros cuadrados entre la losa de cimentación —entonces en ejecución— y las dimensiones que constaban en el proyecto.
Tras requerir a la empresa Tanajale un proyecto reformado, previa suspensión de la paralización cautelar por parte de la alcaldesa, la empresa constructora retomó las obras.