Centenario de la Coronación de la Blanca Paloma
«Mientras haya camino, mientras haya fe y devoción, El Rocío no tendrá techo»
El poeta y compositor sevillano, designado por la Hermandad Matriz para tal efecto, presenta mañana en el Santuario del Rocío el himno y la exaltación al Centenario de la Coronación de la Blanca Paloma
¿Qué supone para ti este encargo en tu dilatada trayectoria?
Profesionalmente, supone un aldabonazo, uno de los encargos más importantes que he recibido y en el que la responsabilidad ha sido muy fuerte. He tenido la suerte de dar pregones muy significativos, y cuando ya creía que había llegado al punto más alto con el pregón de la Semana Santa de Sevilla de 2016, la Virgen me vuelve a conceder la oportunidad de hablar de Ella en una exaltación con una importancia tremenda dada la devoción universal que se le profesa a la Santísima Virgen del Rocío. Es uno de los mayores compromisos de mi vida.
¿En qué te has inspirado para componer el himno?
Al recibir el encargo me planteo cómo voy a hacer el trabajo. Igual que un pintor o un escultor, necesitamos elaborar el boceto sobre el que vamos a trabajar. Mi primer pensamiento es el Espíritu Santo, que es lo que define a la Virgen del Rocío y Pentecostés. Hay un guiño muy interesante a Muñoz y Pabón, que fue el principal artífice de la Coronación y a sus famosas seguidillas «No es obra humana». De ahí voy a partir recordando un poco el pasado: si la Virgen del Rocío no es obra humana y se hizo en el cielo, ¿cómo me la traigo del cielo a la tierra para coronarla?
¿Qué acogida esperas del mundo rociero?
Espero con mucha ansiedad que lo acepte con cariño y con alegría. Es un himno que está hecho para el pueblo, para cantarlo. Funde la parte sinfónica con la flamenca, con nuestro compás, con nuestros instrumentos y con todo el arte de esta tierra.
¿Ha salido de carrerilla o has tenido que desechar mucho de lo escrito?
No ha sido un trabajo nada fácil. El himno fue creciendo por momentos en complejidad. Si el texto desde un principio lo tuve bastante claro, a medida que elaborábamos la pieza la música se iba complicando porque íbamos metiendo más ingredientes, más matices, más colores. Ha sido un trabajo muy laborioso en el que he tenido la suerte de contar con el maestro Jesús Bola. En cuanto a la exaltación, creo que ha sido uno de los textos que más trabajo me ha costado. El cristianismo está recibiendo ataques de toda índole y los cristianos tenemos que reivindicar nuestra condición y hacerlo sin complejos y sin miedo, y esa reivindicación aparece en el texto.
¿Cómo surge la idea de involucrar a tantos artistas en la interpretación del himno?
En el momento que metemos la parte sinfónica, empiezan a entrar corales, coros y escolanía: un ejército. Luego hemos contado con los mejores profesionales en el panorama musical. Me hubiera gustado que fueran muchos más, porque hay mucha gente que se merecía estar en este himno por su defensa del Rocío en las sevillanas, las plegarias, las rumbas… pero era completamente imposible. De hecho, creo que nos pasamos un poquito en el tiempo.
¿Qué te han transmitido quienes han participado en el himno?
Cuando la gente llegaba a cantar y a tocar los instrumentos lo hacían siendo totalmente desconocedores de la pieza. Se sentían bastante sorprendidos. Todos los que lo han escuchado me han mostrado su sorpresa y su alegría por cómo ha quedado la obra al final y a todos ellos les agradezco su participación porque han puesto su corazón y han entregado su devoción a la Virgen.
El mundo rociero es un tema recurrente en tu trayectoria profesional ¿pero está tan presente esta devoción en tu día a día?
Mi devoción hacia la Virgen del Rocío viene de lejos, como mi vinculación con la Hermandad del Rocío de Sevilla. Desgraciadamente he pasado unos años muy malos con mi enfermedad, han sido muchas operaciones y trasplantes y mi devoción a la Virgen del Rocío y mi fe han sido lo que aún me mantiene aquí.
¿Existe el techo de un fenómeno como el rociero?
Mientras haya camino, mientras haya fe y devoción, El Rocío no tendrá techo. Es verdad que El Rocío ha cambiado mucho, pero el poso, la esencia, sigue siendo la misma.
¿Qué papel juega Almonte para Rafael González Serna dentro del mundo rociero?
El papel de Almonte es primordial. Almonte es la Hermandad Matriz. Siempre he defendido que es su Patrona y es su Virgen, luego ellos comparten con los demás la inmensa devoción que tienen. Está presente tanto en la exaltación como en el himno, que tiene un soniquete que es Huelva puro.
¿Cómo afrontas el momento de la exaltación y el estreno del himno?
Sé que no va a ser fácil hablar con la Virgen tan cerquita, y sobre todo hablarle de la Virgen a los almonteños y contar cosas que ellos saben muchísimo mejor que yo. Voy a hablar a su gente de su Virgen con el mayor de los respetos. Le agradezco a la Hermandad Matriz de Almonte todo su apoyo y espero darle a toda la familia rociera y al pueblo de Almonte un abrazo tremendo y que le guste lo que el día 16 van a poder ver y escuchar en el Santuario.
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