Más del 50% de los guardas que vigilan Doñana carecen de autoridad para denunciar infracciones
Los celadores que hacen guardia durante la noche se ven incapacitados para ejercer esta labor
Actualmente el colectivo vinculado a servicios de Guardería en Doñana asciende a 73 personas. De ellas, 33 son Agentes de Medio Ambiente - funcionarios y por tanto agentes de la autoridad - , el resto es personal laboral, 40 Celadores Forestales y tres con otras categorías, realizando funciones de celador. Por tanto más de la mitad de la plantilla destinada a la vigilancia y protección del paraje no tiene presunción de veracidad, es decir, no gozan de la capacidad coercitiva para interponer denuncias por las diferentes infracciones que se puedan cometer en Doñana.
A esto se suma el hecho de que, tras el traspaso de las competencias desde el Gobierno Central a la Junta, son los celadores forestales los únicos que realizan servicios de guardería durante las noches. Una consecuencia del cambio de marco legal en materia laboral que afecta a los agentes de Medio Ambiente, que en su etapa a las órdenes del Ministerio si hacían servicios nocturnos, mientras que al pasar a manos de la Consejería su carta de servicios dejó de contemplar esta tarea.
A causa de esta situación, la Delegación de Medio Ambiente de Huelva, no tramita los expedientes administrativos sancionadores que corresponden a las actas de infracción levantadas por los celadores, según CC.OO. En otras palabras: cualquier infracción que intercepten los celadores durante su servicio queda impune.
“Si interceptamos a algún furtivo nos vemos obligados a llamar a la Guardia Civil” explica Antonio Jesús Hernández, representante sindical de CC.OO. “A veces no hay patrulla de la Guardia Civil disponible, y otras tenemos que esperar varias horas a que se personen en el lugar, con el agravante de que al no ser agentes de la autoridad no sólo no podemos sancionar, sino que tampoco podemos retener a los infractores”, lamenta Hernández que propone la funcionarización del colectivo como una posible vía de solución.
A esta situación añade algo más de surrealismo el hecho de que más del 50% de la plantilla – todos ellos celadores-, no podrían conducir los nuevos todoterreno que en el futuro aporte a la flota de vehículos la Consejería de Medio Ambiente. La normativa europea exige que los vehículos pertenecientes a los cuerpos de seguridad estén debidamente rotulados, y que no puedan ser conducidos sino es por un agente de la autoridad.
Este cúmulo de circunstancias ha sido trasladado por el Comité de Empresa de Doñana a la Dirección General de Gestión del Medio Natural y Espacios Protegidos de la Junta Andalucía, así como a los diferentes consejeros que desde 2006 han ostentado la cartera de medio ambiente, sin encontrar hasta el día de hoy una respuesta.