Tribunales
Juicio por la venta de una menor embarazada en Huelva: «una cuestión cultural» según la defensa
La madre de la chica de origen rumano, a que la vendió por 8.000 euros, se enfrenta a una petición de pena por la Fiscalía de 14 años de cárcel por trata de personas
Fue liberada por la Policía Nacional hace justo un año en Almonte , donde vivía bajo las órdenes de un hombre con el que había sido obligada a casarse y del que estaba embarazada de unos cuatro meses. El trato por su venta había sido orquestado por sus propios padres , que pidieron por ella a la familia que se la llevó –del mismo clan- la cantidad de 8.000 euros .
Hoy, la menor de 16 años de nacionalidad rumana ha contado su historia a los magistrados de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Huelva , donde ha arrancado el juicio por trata de personas en una sesión (de las tres previstas) a puerta cerrada para proteger a la chica.
Antes de que saliera a la luz la venta de la menor, los padres presentaron una denuncia falsa ante las autoridades rumanas afirmando que su hija había sido secuestrada , metida en un coche a la fuerza ocupado por cuatro individuos y trasladada a España.
Así comenzó la investigación que sacó a la luz el caso y ha sentado ahora en el banquillo a su madre , que se enfrenta a 14 años de cárcel según la petición de pena de la Fiscalía de Huelva, y seis años de prisión para la familia que pagó por ella, el hombre con el que se tuvo que casar y su madre. El marido está además acusado de abuso sexual , por el que la acusación pública pide otros cuatro años de condena.
Los acusados, que se han negado a contestar a las preguntas de la Fiscalía, han rechazado los cargos que se les imputan en el turno de interrogatorio de sus defensas, con declaraciones exculpatorias.
«Es una cuestión básicamente cultural , si estamos decidiendo que la cultura gitana tenga ciertos modos de hacer que son contradictorios con la civilización que llamamos occidental y avanzada», ha manifestado uno de los letrados de la defensa, Jesús Burgos.
Además de los acusados y de la víctima, ha prestado declaración en la jornada de hoy un testigo , a los que seguirán otros, además de los investigadores en las próximas sesiones.
Después del falso secuestro, los padres manifestaron que la menor les hizo una llamada, en la que informaba que estaba en España y con un varón del que desconocía los datos personales. La Policía Nacional desenmascaró a los padres de la menor y pudo liberar a la chica.