Desaparecidos

Habla la madre de la menor desaparecida en Niebla: «He tenido la suerte de volver a abrazar a mi pequeña»

«Estos días yo no se los deseo a nadie», explica Adeli, que no se opondrá a la relación de María Adela y Cristian

Imagen cedida por Adeli junto a su hija ABC

ÁLVARO GARCÍA

Adeli Escala , la madre de María Adela Rodríguez , la menor de 16 años que desapareció el 10 de diciembre de 2017 en Niebla (Huelva), vuelve a ser feliz tras más de un mes y medio de sufrimiento. «He tenido la suerte de volver a abrazar a mi hija» , confesaba contenta a ABC Sevilla. Atrás quedaron esos largos días en los que esperaba una llamada telefónica que terminara con su agonía.

Esta madre nunca perdió la esperanza y eso la ayudó a seguir fuerte buscando a su hija por 'cielo, mar y tierr a. «Me llamó la Guardia Civil de la Palma del Condado y me comunicaron que mi hija estaba allí en buenas condiciones y que podía ir a recogerla», explica Adeli, que no se creía la noticia.

Sin pensarlo la familia de María Adela se subió al coche y se trasladó hasta la Comandancia de la Guardia Civil donde se encontraba la menor. Todos querían abrazarla, pero después de una marcha voluntaria «todo tenía que ser con tranquilidad» . Detalla Adeli que su hija pidió antes poder ver a su hermano mayor, al que abrazó y con el que se desahogó emocionalmente.

María Adela estaba asustada, «quizás avergonzada por lo que había hecho », afirma su madre, aunque ahora prefieren no mirar atrás y volver a ser felices. Después de que reencontrarse con su hermano mayor, tocaba el turno de su madre, con la que se fundió en un largo abrazo . «Ella estaba muy cambiada. Se ha cortado el pelo y se ha echado un tinte» , declara Adeli.

Desde Portugal a Manzanilla

María Adela Rodríguez y Cristian Mateo Pérez estuvieron gran parte de su marcha voluntaria en Portugal , concretamente en Braga, Tavira y un pueblecito cercano a Lisboa . Desde allí decidieron marchar hasta Manzanilla, una localidad onubense donde cogieron un autobús dirección a Villalba del Alcor, pueblo de Cristian.

Una llamada telefónica desde Manzanilla alertó al padre de Cristian de su presencia y de que se disponía a coger un autobús. Fue entonces cuando este padre cogió su coche y salió rápidamente a buscar a la pareja. En el camino pudo parar al autobús donde viajaban su hijo y María Adela , cogió a ambos y los trasladó hasta la Comandancia de la Guardia Civil de la Palma del Condado. Aquí terminó la pesadilla de ambas familias.

Una fuga por amor

La pareja se fugó por amor, eso le han trasladado a sus familiares. Los padres de María Adela no estaban contentos con la relación de su hija y Cristian y se negaban a dejar que se vieran. Esto motivó la marcha de esta pareja el 10 de diciembre de 2017.

«Ella se sentía agobiada porque yo me opuse a la relación. Él también estaba agobiado y ambos decidieron irse», explica Adeli a este medio. ¿Y ahora qué? «La niña quiere continuar con él y yo no veo viable a oponerme a la relación» , confiesa esta madre un día después de volver a abrazar a su hija.

La pareja se marchó en autobús y de camino a su primer destino abrieron el portátil de María Adela para observar las redes sociales de sus familiares. Fue la única vez que lo hicieron durante toda su escapada, «les entró el pánico y no lo volvieron a abrir», narra la madre de la menor, que aclara que «no fueron conscientes de la que se había formado con su marcha»

Pero la pesadilla para estas dos familias ya pasó. Han sido días duros, llenos de incógnitas, pero como dice Adeli: «Ojalá muchos padres de desaparecidos tuvieran la misma suerte de abrazar a sus hijos, porque estos días yo no se los deseo a nadie» .

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