Fiesta de la Candelaria
El futuro se despliega ante la Blanca Paloma
Cientos de niños y niñas son presentados por sus padres a la Virgen del Rocío en una multitudinaria culminación de los cultos de la Fiesta de la Luz que ha incluido la recepción a las tres nuevas filiales rocieras
La eucaristía del domingo de Candelaria no es una misa cualquiera. El rigor y la solemnidad se difuminan entre gorjeos, risas y llantos infantiles y la emoción desbordada de padres, abuelos y otros familiares que traen a sus pequeños para cumplir con uno de los ritos más tiernos y esperanzadores de cuantos se celebran en la devoción rociera: la presentación de los niños ante María Santísima del Rocío.
Se trata del último de los actos que tienen lugar con motivo de la Fiesta de Luz , una celebración que recuerda aquella presentación de Jesús en el Templo y que en el Santuario Nacional de la Virgen del Rocío se llena de un significado adicional, ya que supone la constatación de la transmisión generacional de la devoción rociera.
El encargado de bendecir a los niños en este trascendental 2019, tras la lectura del Evangelio según San Marcos –el célebre pasaje «dejad que los niños se acerquen a mí»-, ha sido monseñor Rino Fisichella, presidente del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización , que ha presidido todos los cultos de esta Fiesta de la Luz y que ha quedado visiblemente impresionado por la manifestación de fe mariana que se produce en la aldea almonteña. Tras la breve lectura, Fisichella ha instado a los padres a elevar a los niños y se ha impartido la tradicional bendición en medio de un considerable –y lógico-, barullo. A continuación, los padres han podido acceder al camarín para pasar a sus pequeños por el manto de la Blanca Paloma .
Una hora antes se celebraba la mencionada eucaristía dominical repleta de infantes, en la que Fisichella ha recordado que la Virgen del Rocío «escucha a todos y tiene para todos, una palabra de consuelo». «Permanezcamos bajo su mirada materna y entremos en la escuela de ese niño que lleva en sus brazos», ha pedido a los presentes, para advertir a continuación que «no tenemos excusa para no creer» .
«El secreto de la fe está precisamente en el desafío que teneos ante nosotros: Dios se ha hecho hombre para que a través de él el hombre pueda vivir la misma vida de Dios», ha revelado.
También emocionante y trascendental para la vida rociera fue la jornada de Candelaria del sábado, cuando las tres nuevas filiales recién admitidas recibieron el título que las acredita como tales. Tras la lectura del acuerdo y entrega de los títulos a los representantes de las hermandades de Baeza, Sabadell y Garrucha , los representantes de las tres nuevas filiales tuvieron la oportunidad de mostrar su agradecimiento y avanzar su compromiso en esta nueva etapa.
Una etapa que, como señaló el presidente de la Hermandad Matriz de Almonte, Juan Ignacio Reales , es un «nuevo comienzo» y uno de los actos «más importantes para la familia rociera pero también uno de los de mayor responsabilidad». «A partir de ahora tenéis que seguir trabajando con renovada fuerza, con una nueva ilusión, para seguir difundiendo la devoción a la Virgen del Rocío. Que ella os ilumine», pidió, al tiempo que ofreció el apoyo de la Matriz para afrontar los nuevos retos .
Precisamente el presidente de la Matriz destacó la importancia que tiene este nombramiento de 2019, ya que, no sólo coincide con el año de celebración del Centenario de la Coronación Canónica de la Virgen del Rocío, sino que además es el último afrontado por la presente Junta de Gobierno.
Tras el acto de entrega de los títulos a las nuevas filiales, dio comienzo la Solemne Vigilia Mariana celebrada a la luz de las velas y con mucha participación de los fieles. Durante la bendición de las velas, Fisichella pidió a la Virgen que acepte «los deseos» de su «pueblo peregrino» .
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