Denuncian falta de guardias civiles en Huelva: dos «superagentes» para un área de 200.000 personas

La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) en Huelva ha presentado un escrito ante a la Subdelegación del Gobierno en el que denuncia la falta de efectivos de la Guardia Civil para velar por la seguridad en la provincia y ha puesto como ejemplo la situación que produjo hace cuatro días, cuando una única patrulla de «superagentes» tuvo que asumir la cobertura de siete municipios del entorno metropolitano y de la costa, que concentra una población superior a las 200.000 personas.

Concretamente, los agentes –un guardia de Punta Umbría y otro de Aljaraque- tuvieron que hacerse cargo de la seguridad ciudadana de Trigueros, Beas, San Juan del Puerto, Gibraleón, San Bartolomé, Aljaraque, Punta Umbría y del núcleo costero de El Portil , situación que según el colectivo produce «merma» del servicio que se presta y «afecta a la seguridad ciudadana».

El déficit de plantilla, existen en la provincia onubense casos de unidades que apenas pueden sacar patrullas a la calle o no pueden abrir las dependencias para atender a la ciudadanía” o como ha ocurrido en este caso una sola patrulla para siete localidades, de manera que ante cualquier incidencia «es imposible acudir a más de una llamada de emergencia porque no hay más efectivos en la zona».

Según ha explicado la AUGC, se está paliando esta situación en algunos puntos que cuentan con la presencia de agentes en prácticas y en zonas en las que los guardias de prácticas que llegaron el año pasado no se han incorporado a sus nuevos destinos, lo que se producirá a mediados de septiembre.

A pesar de que los agentes minimizan las consecuencias «con su profesionalidad y compromiso», los datos estadísticos ponen en evidencia que «cuanto menores son las plantillas policiales mayores son los índices de criminalidad ».

Según AUGC, esta falta de efectivos se está intentando solventar « poniendo en riesgo la integridad de los propios agentes » ya que se tienen que trasladar en solitario desde una localidad a otra, con el consiguiente peligro de agresión o accidente, a lo que ha añadido que en ocasiones tiene que recurrir a la Inspección de Trabajo o incluso los tribunales para defender los intereses de los guardias.