La crisis de los hoteles en Huelva: la ocupación cae al 57% y se prevé el cierre del 85% de plazas este mes

La ocupación del verano Covid en los hoteles de Huelva deja un verano negro para el sector, tras conocerse los datos del mes de mayor producción y actividad turística (agosto), en el que la ocupación ha sufrido una caída del 24,21 respecto al mismo periodo del pasado año, pasando del 81,36% de 2019 al 57,15% en este 2020.

Así lo confirman las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE), que según la Asociación Provincial de Hoteles de Huelva (APPH) constatan« la dramática situación» que vive el sector. Bajan todos los indicadores: un 19,86% de viajeros , en un 36,08 % las pernoctaciones y, por último un 29,23% de empleo respecto al mismo mes de la anterior temporada.

Además, el sector onubense estima que, a la vuelta de una semana, cuando finalice septiembre, quedará cerrada el 85% de la oferta hotelera de la provincia. Así, da por concluida su actividad este año, a excepción de la oferta de interior y ciudad (aproximadamente unas 3.000 plazas operativas de aquí a final de año), mientras «seguimos esperando aún la reacción del conjunto de las administraciones , de las que no ha recibido ayuda un sector que es la base de la actividad turística en la provincia de Huelva, y esenciales para el mantenimiento de los presupuestos municipales en muchos casos».

Como referencias, la asociación ha señalado la suspensión del programa Imserso (que debería haber empezado a primeros de octubre y que aportaba entorno a las 576.000 pernoctaciones), la caída del total de la operativa de golf que por venía aportando - unos 200.000 clientes- y casi un 20% del total de pernoctaciones anuales (datos 2019).

«La incertidumbre» respecto de la posible prórroga de los ERTES este mes, unido a la falta de medidas de ayudas directas al sector en el ámbito financiero o impositivo «no hacen más que poner a la defensiva al conjunto del sector y plantear un reinicio de la actividad que, en el mejor de los escenarios, se determina a finales del primer semestre de 2021», con consecuencias económicas y de empleabilidad.

«El retraso en la toma de decisiones por parte de las administraciones, ha subrayado, empieza a ser desesperante para un sector que aporta en términos de valor inducido casi un cuarto del PIB provincial, y no hace más que reafirmar la necesidad de una hibernación hasta que se tome conciencia del alcance del problema».