Tribunales
Un capataz de Huelva, ante cuatro años y medio de cárcel por presuntos abusos sexuales a temporeras
El encargado de la finca se acercaba a las mujeres en el tajo, las tocaba y entraba en sus viviendas sin permiso, «abusando de su posición» según la Fiscalía
![Trabajadoras del campo recogiendo la fruta](https://s1.abcstatics.com/media/andalucia/2021/02/20/s/fresas-finca-recogida-kn9--1248x698@abc-Home.jpg)
Accedía sin permiso a la vivienda en la que residían las temporeras o se quedaba en la casa mientras las mujeres se duchaban, realizando gestos con connotaciones sexuales . En otras ocasiones, el encargado de la finca en la que habían sido contratadas, F.J.R.C., se acercaba sin justificación a las mujeres mientras estaban en el tajo, « hostigándolas y con ánimo de coartar su libertad sexua l».
Así describe la Fiscalía de Huelva las escenas que vivieron cuatro trabajadoras del campo a manos de su presunto agresor poco después de llegar a Huelva, tras haber sido contratadas para recolectar fruta hace tres años. Ahora, el capataz se va a enfrentar a una pena de cárcel de cuatro años y medio de cárcel como presunto autor de un delito de abuso sexual (por el que se le piden un año y seis meses de prisión) y cuatro de acoso sexual (nueve meses por cada uno de los delitos).
Según el escrito de acusación del Ministerio Público , al que ha tenido acceso ABC , el acusado, que trabajaba como encargado en una finca ubicada en el Paraje Las Malvinas de Moguer , « abusó de su posición » y de la situación de « vulnerabilidad » de las temporeras extranjeras, que dependían laboralmente de él en la recolección de zarzamoras y acababan de llegar en el marco del programa de contratación en origen tras haber sido seleccionadas por el Servicio Público de Empleo de Marruecos . El acoso por parte del capataz se produjo entre finales de abril y comienzos de mayo de 2018, cuando fue detenido.
En una ocasión, el acusado se acercó a una de sus víctimas «con el pretexto» de explicarle cómo debía coger la fruta, situación que aprovechó para aproximarse a la trabajadora físicamente «hasta el punto de cogerla por la cintura y tocarle la espalda y los pechos con ánimo libidinoso», remarca el fiscal. Otra vez llegó a entrar en la vivienda que ocupaba la mujer y mediante gestos le señaló la cama, con la pretensión de mantener relaciones sexuales .
Un comportamiento similar tuvo con las demás mujeres que lo denunciaron. En la vivienda de una de ellas, el capataz accedió también sin permiso y, se quitó los zapatos y le señaló una cama libre «para que se acostara con él », y en otro caso, entró cuando la trabajadora se encontraba acostada en su cama.
Además de la condena de prisión, la Fiscalía solicita para el acusado la prohibición de aproximación a las trabajadoras tanto de sus domicilios como de cualquier lugar donde se encuentren para el caso que las mismas regresen a España, con imposición de un alejamiento superior 200 metros, así como la prohibición de comunicar con la misma por cualquier medio por dos años.
En concepto de responsabilidad civil , la acusación pública reclama una indemnización de 3.000 euros por los daños morales causados por el delito de acoso a las mujeres y otra de 6.000 euros para que la sufrió el abuso. El caso está pendiente de señalamiento de fecha para la vista oral.
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