VIOLENCIA DE GÉNERO
El acusado de matar a su pareja en Lepe confiesa ante el jurado: «Sabía lo que hacía» y le clavó tres cuchillos
La víctima, Cristina Marín, lo había denunciado un mes antes por amenazarla de muerte y el hombre tenía una orden de alejamiento
Giro inesperado en la Audiencia Provincial de Huelva en la apertura del juicio por el brutal crimen machista que en junio de 2018 se llevó por delante la vida de la joven Cristina Marín , apuñalada en 28 ocasiones - desde la cara hasta el tórax- a manos (presuntamente) de su pareja y padre de sus dos hijas menores , D.L.V.
En la antesala del juicio, el acusado ha dado instrucciones a su defensa para cambiar de estrategia y admitir en primera persona ante el jurado que mató a Cristina (24 años de edad). Uno a uno, ha reconocido con monosílabos los hechos a preguntas de la Fiscalía , representada por Rodrigo Municio : mató a la joven, utilizó hasta tres cuchillos diferentes para acabar con su vida (se rompían por el mango cuando los clavaba en el cuerpo de la chica), la dejó sin posibilidad alguna de defensa (incluso acuchillándola cuando estaba ya en el suelo) y la llamó persistentemente antes del mortal ataque.
«Sabía lo que hacía, perdí los nervios », ha afirmado por boca de la intérprete que lo ha asistido durante el interrogatorio, al ser el acusado de nacionalidad rumana.
El crimen ocurrió el 7 julio de 2018, cuando el acusado se dirigió a casa de la pareja en Lepe - donde ella dormía con las hijas menores de tres y cinco años-, después de que el tuviera que abandonar la vivienda entorno a un mes antes, cuando Cristina lo denunció (17 junio 2018) ante la Guardia Civil por amenazarla: « te voy a matar y después me voy a suicidar », le dijo.
Fue condenado por un delito de amenazas de género a aproximarse a ella a menos de 200 metros , ya fuera en su domicilio, lugar de trabajo o cualquier otro sitio frecuentado o comunicarse con ella por cualquier medio durante dos años. Aquel día se saltó la prohibición como había hecho antes a través del teléfono, solo la semana antes del crimen llegó a llamarla en 78 ocasiones.
Cuando llegó a la casa el día que la mató, cogió a la joven por detrás y, «con absoluta frialdad y desprecio hacia la vida humana - según el relato del Ministerio Fiscal- la atacó, propinándole múltiples navajazos, empleando para ello de manera sucesiva hasta tres cuchillos diferentes que fue cogiendo de la cocina, a medida que iba rompiéndolos al impactar sobre el cuerpo de la víctima desde el rostro el cuello al tórax, en zonas vitales. Tenía 28 lesiones.
Al mismo tiempo que le comprimía la boca con las manos , provocando que Cristina cayera al suelo, donde continuó la agresión, «impidiendo con todo ello que la víctima pudiera reaccionar, defenderse o demandar cualquier tipo de ayuda».
El hombre salió del domicilio, se montó en el coche y se fue. El día siguiente fue detenido por la Guardia Civil cuando huía por una carretera de la provincia de Huelva. Los forenses concluyeron que sus capacidades intelectivas y volitivas se encontraban íntegras.
La confesión en sala cambia el desarrollo del juicio, en manos de la magistrada Carmen Orland , y las conclusiones finales de las acusaciones, que inicialmente pedían 26 años de prisión y con la calificación de asesinato.
La Fiscalía , a la que se adhieren las acusaciones particulares en la causa – Junta de Andalucía y Asociación Clara Campoamor- han renunciado a las testificales de parientes, de algunos miembros de la Guardia Civil y de periciales, manteniendo el testimonio del equipo forense.
Las menores fueron declaradas en desamparo provisional en julio de 2018, asumiendo su tutela la Junta de Andalucía hasta que en Octubre de ese año cesó la medida de desamparo, siendo trasladadas junto con su tía materna a Rumanía .
El jurado se ha retirado a deliberar.
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