Tribunales
Absuelven al empresario demandado por despido en Huelva por temporeras de Marruecos que denunciaron abusos
El juzgado apoya su decisión en testigos y en la documentación aportada por la empresa y afirma que las trabajadoras «se han contradicho de manera contundente»
El Juzgado de lo Social 2 de Huelva ha absuelto al empresario agrícola que fue demandado por despido por un grupo de temporeras contratadas en origen en Marruecos que habían denunciado haber sido objeto de abusos sexuales en la finca en la que trabajaban presuntamente a manos del capataz, caso que no ha llegado a juicio aún en vía penal.
Las temporeras, que llegaron a Huelva en el contingente de contratadas en origen por acuerdo bilateral entre España y Marruecos, mantuvieron en el juicio celebrado hace dos semanas que el fin de su contrato (julio 2018) se produjo en reacción por no haber retirado la denuncia contra el presunto agresor. Sin embargo, el juzgado no da credibilidad a sus testimonios y d esestima la demanda así como la de indemnización por daños y prejuicios que solicitaban las trabajadoras.
«No hay comportamiento reprochable atribuible a la empresa», señala la sentencia a la que ha tenido acceso ABC, mientras que destaca que «la actora se sustenta en su propia versión de los hechos, sin alcanzar visos de verosimilitud , ni siquiera por indicios y se han contradicho de manera radical y contundente ».
El juzgado apoya la decisión en la documentación aportada por la empresa así como por varios testimonios que se produjeron en la vista, como es el caso de los intérpretes que participaron en una reunión a la que fueron convocadas las demandantes, junto con otras 30 trabajadoras, en la que se les informó que la campaña había terminado y debían prepararse para retornar a Marruecos en días posteriores
Las cuatro trabajadoras, destaca la sentencia, «manifestaron su alegría a uno de los intérpretes porque estaban deseosas de volver a Marruecos».
A través de otros de los intérpretes se les entregó un documento de fin de contrato que firmaron, tras ser informadas de su contenido, en el que se afirmaba que «mediante la presente renuncio a regresar a Marruecos en el autobús puesto a mi disposición y manifiesto ser conocedora de la información facilitada por Asaja a través de la empresa, según la cual el incumplimiento del compromiso de retorno supone la imposibilidad de venir a trabajar en próximas campañas».
La empresa defendió desde el inicio de la causa la legalidad de su decisión de extinguir la relación laboral con estas mujeres por la bajada en la producción de la fruta.
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