CULTURA
Zuloaga y Falla, una amistad recuperada en Granada
El Museo de Bellas Artes, en la Alhambra, expone hasta el 18 de septiembre lo fructífera que fue su relación artística y personal

El Museo de Bellas Artes de Granada es el último destino de la exposición «Ignacio Zuloaga y Manuel de Falla: historia de una amistad» organizada por el Patronato de la Alhambra y Acción Cultural Española en colaboración con el Museo Ignacio Zuloaga Castillo de Pedraza y el Archivo Manuel de Falla . En Granada , cerca de la casa que habitó el músico gaditano, toma mayor relieve esta exposición que explora por primera vez en profundidad el trabajo común y la influencia que Zuloaga y Falla ejercieron entre sí y con su entorno.
La exposición cuenta con gran número de obras, documentación y objetos que contextualizan el trabajo de ambos autores en la historia.
La documentación muestra a Zuloaga y a Falla como amigos desde 1913, fecha en la que el compositor solicita una pequeña ayuda y consejos a su amigo pintor para la puesta en escena de «La vida breve».
Tras este primer contacto, ambos creadores mantienen una relación epistolar y encuentros en París, Madrid y Granada , entre otros lugares. Su relación de amistad les anima a trabajar juntos en un gran proyecto en el que música y escena cuentan con la dirección de los dos artistas.
Este propósito tardará quince años en formalizarse, cuando en 1928 representan «El retablo de maese Pedro» en la Ópera Cómica de París.
Además, durante 20 años, colaboraron juntos en diversos proyectos, la mayoría con un interés social. Entre ellos, destacan el Concurso de Cante Jondo de Granada, organizado por Falla, Lorca y Fernando Vílchez, en 1922; y la exposición de Zuloaga ese mismo año en el Museo de Meersmans de Granada.
El último encuentro entre los dos artistas tuvo lugar en 1932, cuando Falla se aloja en la casa del artista en Zumaya antes de su viaje a Argentina , donde muere en 1946, un año después que su amigo. Una carta de despedida definitiva desde este país es un adiós que ellos saben definitivo.
La exposición recorre su relación de amistad, pasando por cada uno de los hitos de su historia común (1913-1932). A través de la documentación epistolar, fotográfica, periodística, obra plástica de Zuloaga y musical de Falla, generada por ambos artistas en estos años y distribuida cronológicamente en capítulos, la muestra crea una continuada tensión que termina proyectándose en la escenografía de «El retablo».
La muestra puede verse en Granada entre el 30 de junio y el 18 de septiembre en el Museo de Bellas Artes, ubicado en el Palacio de Carlos V del recinto alhambreño. Como señala María Rosa Suárez de Zuloaga, nieta del pintor , «los sentimientos de Falla y Zuloaga están en esta muestra mezclados con la música y la pintura».
Elena García de Paredes, sobrina nieta del músico andaluz, recuerda que esta amistad «pervive en el pequeño carmen granadino de Manuel de Falla, cuyas carpinterías pintadas en el legendario azul Zuloaga invitan a las personas sensibles a pensar mundos mejores».