Diseñan una mascarilla inteligente que evita sobrepasar los límites recomendados de CO2 dentro de ella
A través de un sensor en el interior, se envía un mensaje al usuario a través de su smartphone cuando se superan los límites de CO2 recomendados y la mascarilla necesita ser ventilada
Las consecuencias de sobrepasar los límites recomendados son dolor de cabeza, fatiga, mareos o disnea
La Universidad de Granada ha diseñado una mascarilla FFP2 que avisa al usuario de cuando se han superado los límites de CO2 dentro de ella y debe ventilarla. La reinhalación de estos gases había sido uno de los grandes problemas derivados del uso de mascarillas desde el comienzo de la pandemia. Si bien protegía contra la Covid, la solución en ocasiones se tornaba un nuevo conflicto.
Sobre todo en mascarillas FFP2, las cuales evitan con mayor eficacia el contagio, pero también delimitan la respiración, produciendo una concentración de este CO2 entre la cara y la mascarilla superior al ambiental debido al gas exhalado.
Las consecuencias son conocidas: malestar, dolor de cabeza, fatiga, disnea, mareos, sudoración , aumento de la frecuencia cardiaca, debilidad muscular o incluso somnolencia. Se considera que una exposición de 30 minutos , una cifra baja teniendo cuenta las horas que se pueden llegar a llevar, es ya muy perjudicial para la salud.
Con todo ello, ventilar es fundamental, aunque hasta el momento no se podía saber el estado en el que nos encontrábamos dentro de la mascarilla, de ahí la importancia del hallazgo. Un equipo de investigación multidisciplinar ECsens entre los departamentos de Química Analítica y Electrónica y Tecnología de los Computadores de la UGR es quien ha dado con la solución.
A través de un sensor, la mascarilla FFP2 inteligente diseñada en la UGR permite determinar en tiempo real, mediante un teléfono móvil, el dióxido de carbono reinhalado. Este método, además, supone un avance significativo, ya que está caracterizado por su bajo coste , algo de tremenda importancia teniendo en cuenta el interés que supone para la salud pública.
Una «etiqueta» inteligente
El sistema es de una optimización integral. Apenas con una etiqueta dentro de la mascarilla, la monitorización ya es posible. «El sistema que proponemos consiste en la inclusión, dentro de una mascarilla FFP2 estándar , de una etiqueta flexible compuesta por un sensor de CO2 optoquímico novedoso de desarrollo propio junto a toda la electrónica de procesamiento de la señal« explican los autores del diseño.
Una «etiqueta sensora» impresa con tecnología 3d, en un sustrato polimérico ligero y flexible, que según indican asimismo, no «origina ningún malestar para el usuario». No usa baterías y se alimenta de forma inalámbrica con un enlace de comunicación NFC en el smartphone en una aplicación, como las que se usa para el pago inalámbrico , por ejemplo.
Dicha app también se utiliza para el procesamiento de datos, la gestión de alertas y la visualización y el intercambio de resultados. El hecho de utilizar este material, apuntan desde el departamento de la Universidad, es de la misma forma sostenible, en tanto que el impacto ambiental es mínimo.
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