CASO ROMANONES
¿Por qué ha sido absuelto el padre Román del delito de abusos?
Diez claves para entender fácilmente los entresijos de la sentencia del caso Romanones
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La Audiencia Provincial de Granada ha fallado este martes a favor del padre Román , único acusado en el juicio del mediático caso Romanones . El sacerdote ha quedado absuelto por falta de credibilidad del denunciante y la falta de pruebas, que han imposibilitado dirimir si de veras Daniel –nombre ficticio del joven que hoy tiene 27 años– fue víctima de abusos sexuales cuando era menor de edad.
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Como casi todo, la explicación no es sencilla. Máxime cuando se trata de un caso repleto de entresijos, contradicciones y especulaciones que se dio a conocer al mundo entero gracias a la llamada que hizo el Papa Francisco a la supuesta víctima para pedirle perdón en nombre de la Iglesia y animarle a denunciar. ¿Por qué ha resultado absuelto el padre Román? Aquí van 10 claves para ayudar a comprender la sentencia recurrible del caso Romanones.
1. Sólo se han juzgado penetraciones
El juicio del caso Romanones ha girado en torno a las penetraciones, ya que estaban prescritas todas aquellas prácticas sexuales que no implican acceso carnal , el agravante que ha permitido juzgar al único acusado. Es por eso que otros sacerdotes del «movimiento» que fueron investigados –todos ellos negaron la mayor – al comienzo de la causa quedaron luego en libertad. También Román desmintió cualquier tipo de relación sexual con el joven, quien asegura haber sido penetrado hasta en dos ocasiones, cosa que no dijo al principio «por vergüenza».
2. Penetraciones, de entrada, no (y otras contradicciones)
Además de la omisión en un principio de las penetraciones, a las que el joven aseguró haberse negado «radicalmente» hasta en seis ocasiones , no han sido pocas las contracciones en las que ha incurrido Daniel entre sus múltiples declaraciones. El baile de fechas, las mentiras sobre hechos objetivos y la inclusión de hechos a posteriori por parte de Daniel han jugado en su contra, como destaca la sentencia. Por esa actitud «desleal» , el tribunal le ha condenado a sufragar las costas del juicio.
3. Una «verdad declarada»
Además de la «verdad declarada» –el fiscal dixit– de Daniel y algún testimonio circunstancial que pone de manifiesto la inusual vida sacerdotal de los Romanones , poco más hay. Dado que los Romanones negaron en bloque cualquier práctica sexual con el joven, la única esperanza de Daniel era que una vieja amiga –con la que supuestamente había practicado un trío junto a Román– declara a su favor . No se dio caso. Y las periciales no han ratificado la versión del denunciante . Más bien al contrario, la han desmontado.
4. El otro Daniel que nunca apareció
Entre la ristra de extrañezas y sinsentidos evidenciados a lo largo del juicio, destaca la ausencia del otro denunciante, J.H.T., quien fue citado por dos veces sin éxito para que acudiera a testificar en el juicio. Nunca apareció y las partes renunciaron a su declaración.
5. La ciencia o la fe
Creer la versión de Daniel es justamente eso: creer , un acto de fe. La verdad judicial requiere de algo más; de pruebas tangibles. En este caso la ciencia ha estado del lado de Román. Las periciales han desmontado, por ejemplo, la descripción física que dio el joven sobre los genitales del párroco . Ni tiene estrías en la cadera –se pueden tratar– ni está circuncidado –le sobra piel, aunque carece de frenillo– ni tiene una mancha «color café», si bien las forenses apreciaron una «hiperpigmentación» presente en toda la zona, circunstancia que puede cambiar con el paso de los años.
6. Honestidad no es sinónimo de verdad
Los únicos peritos que testificaron a favor de Daniel fueron dos psicólogos policiales de la Sección de Análisis de Conducta de la Policía Nacional. Éstos destacaron que la versión del joven era «altamente compatible con la honestidad» , al contrario que la de Román. Al tratarse de hipótesis emitidas en base a la evaluación gestual de uno y otro, sus conclusiones no han computado como pruebas, pues es imposible afirmar lo que es verdad o mentira, aunque la metodología empleada responda a criterios científicos.
7. Absuelto, pero no exculpado
Si bien el padre Román ha sido absuelto del delito que se le imputaba, el tribunal no lo exculpa . La Audiencia de Granada ha incidido tanto en la falta de pruebas como en las incoherencias de las versiones de la supuesta víctima, en sintonía con la exposición de motivos del Ministerio Público a la hora de retirar su acusación , casi pidiendo perdón por ello. El propio fiscal reconoció que, a la vista de las declaraciones, se puede pensar que existía en el entorno a los Romanones «un clima sexual», pero sin la posibilidad de establecer «la verdad acerca de que fuera, o no, consentido, ni si existió con Daniel».
8. Román y la vida padre
Sin embargo, otros testigos independientes, como el caso de un conocido periodista granadino, han insistido en la inusual vida que llevaba el padre Román y otros sacerdotes. En el juicio se ha hablado de besos, extraños gestos en el baño, desnudos en público o la insistencia de Román para que un joven, amigo del denunciante, durmiera con él en uno de los chalés de recreo de los que disponían los Romanones en la provincia de Granada. Pero nada de esto ha sido suficiente para imputar un delito tan grave al párroco.
9. Lo que oculta Román
La Policía Nacional, como reflejó en un informe, no pudo acceder a una decena de archivos encriptados que se encontraron en el ordenador de Román. Algunos llevaban por nombre el de personas que declararon en contra de Daniel. Tampoco ha quedado claro por qué el sacerdote tenía entre sus libros algunos ejemplares digitales que versan sobre masturbación o sobre abusos sexuales por parte de curas a menores.
10. A vueltas con el Opus
La sentencia de la Audiencia de Granada alimenta el rumor que orbita alrededor del caso Romanones sobre la posible implicación del Opus Dei – al que está actualmente vinculado Daniel , quien asegura rehuir de la Iglesia– en este procedimiento. El tribunal afirma que Daniel «estaba siendo apoyado y ayudado por otros» , como demuestra «la redacción de la carta [al Papa] y los términos que utiliza, que no son los propios de un chico de 24 años, por más que tenga una profunda formación religiosa. […] La carta al Papa Francisco está más programada y organizada que lo que él mismo pretende hacer creer». Las insinuaciones de los magistrados van en la senda de las declaraciones de la Fiscalía, que retiró su acusación rematando con la duda de «si hubo relaciones [entre Daniel y Román] o una conspiración del Opus » para, quizás, hacerse con el poder del Arzobispado de Granada. El Opus Dei salió entonces a la palestra para desmentir cualquier implicación en ese sentido.